Domingo 24 de marzo de 2019, p. 21
París. Miles de policías se desplegaron este sábado en Francia ante la nueva jornada de protestas de los chalecos amarillos, en un clima de tensión por el temor a que se repitieran los disturbios y saqueos del pasado fin de semana en París.
Unos 40 mil 500 manifestantes salieron a las calles en todo el país, y de ellos 5 mil en París, declaró el ministro de Interior Christophe Castaner, quien se congratuló porque las consignas de firmeza
permitieron a su juicio mantener el orden
.
Desde las primeras horas de la mañana, decenas de vehículos de la policía, incluyendo camiones blindados y cañones de agua, se desplegaron a lo largo de la emblemática avenida parisina Campos Elíseos, donde la semana pasada los manifestantes vandalizaron varias tiendas de lujo, quemaron quioscos de periódicos y destrozaron escaparates.
Más tarde, miles de manifestantes marcharon pacíficamente por París en el fin de semana consecutivo número 19 de protestas, y terminaron en la catedral del Sagrado Corazón con vista a la ciudad desde el histórico barrio Montmartre. Durante la movilización los inconformes lanzaron balizas amarillas y desplegaron un letrero neón desde el domo blanco de la catedral, de forma tranquila, los manifestantes y turistas por igual se tomaron fotos mientras la marcha se disolvía.
Incidentes aislados
En el trayecto, solo algunos manifestantes chocaron con la policía, pero las medidas de seguridad más severas y la prohibición de protestas en barrios de alto riesgo evitaron los disturbios.
También surgieron tensiones cuando pequeños grupos de enmascarados prendieron fuego a botes de basura y arrojaron proyectiles mientras se dirigían hacia la Plaza de la República en el oriente de París, en respuesta, la policía antimotines roció gas lacrimógeno. En otros lugares grupúsculos violentos y la policía chocaron en las ciudades de Niza y Montpellier. En Niza se impusieron estrictas medidas de seguridad porque se espera que el presidente chino Xi Jinping pase allí la noche de este domingo como parte de su visita oficial al país.
Por la violencia desatada durante las movilizaciones, las autoridades prohibieron protestas en la avenida Campos Elíseos en París y los vecindarios centrales de varias otras ciudades.