Sábado 23 de marzo de 2019, p. 30
Greenpeace México advirtió que la fractura hidráulica o fracking, representa una amenaza
para la disponibilidad de agua en el país, debido a los grandes volúmenes de líquido que utiliza esta técnica. Por ello exhortó nuevamente a legislar para prohibir esta modalidad de extracción de hidrocarburos, la cual además es altamente contaminante
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De acuerdo con datos de la agrupación CartoCrítica, siete mil 879 pozos en México se explotan a partir de fractura hidráulica y cada pozo requiere para su operación entre nueve y 29 millones de litros de agua. Ello significa que para su explotación se necesitan entre 70 mil 911 y 228 mil 491 millones de litros de agua.
La agrupación indica que en el país, la fracturación hidráulica comenzó a utilizarse el 26 de enero de 1996, en el pozo Jacinto-5, en Tabasco.
Antes de que terminara ese año, ya se habían fracturado otros 11 pozos adicionales, en Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León, que sumaban un total de 16 fracturaciones. Desde entonces y hasta 2016, uno de cada cuatro pozos petroleros en el país (24.3 por ciento) ha sido fracturado hidráulicamente en algún momento de su vida productiva; es decir, que un total de siete mil 879 pozos de los 32 mil 464 existentes han sido fracturados
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Greenpeace recordó, en el contexto del Día Mundial del Agua, que la Alianza Mexicana contra el Fracking, integrada por más de 40 organizaciones, entre ellas Greenpeace México y CartoCrítica, ha exigido a los poderes Ejecutivo y Legislativo tomar acciones inmediatas para hacer realidad el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador, de no permitir el fracking en México.