Lucía Patricia Butrón Rivera, coordinadora de agentes del Ministerio Público antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), fue asesinada ayer a balazos por varios hombres cuando salía de su casa, en el fraccionamiento Las Palmas de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

El ataque ocurrió minutos antes de las ocho de la mañana en la calle Paloma Mensajera, cuando la mujer llevaba a sus dos hijos a la escuela. Los menores resultaron ilesos. Testigos señalaron que los agresores, quienes iban a bordo de un automóvil rojo, le dispararon a quemarropa.

Lucía Patricia llevaba el caso de José Alfredo Cárdenas Martínez, El Contador, líder del cartel del Golfo, detenido el 2 de marzo en Ciudad Valles, San Luis Potosí, encarcelado en el Centro de Ejecución de Sanciones de Ciudad Victoria, Tamaulipas, y trasladado al Centro Federal de Reclusión Social 14 de Durango, ante la amenaza de que integrantes de su grupo delictivo intentarían liberarlo.

La PGJE informó que el comité evaluador para otorgar recompensas acordó ofrecer 5 millones de pesos a quien informe sobre el paradero de los asesinos de Lucía Patricia Butrón Rivera.

En tanto, Jesús y Marcos Labra Félix, hijos de un ex operador financiero del cártel de los Arellano Félix, fueron liberados la mañana del jueves, sin que la familia pagara rescate. Ambos estuvieron privados de su libertad por casi 20 horas en el oriente de Tijuana, Baja California, reportó la secretaría de seguridad pública municipal.

Mientras, seis personas fueron asesinadas por un comando la noche del miércoles en la lechería El Corralito, situada entre las calles Adolf Horn y Primero de Mayo de la colonia Santa Cruz del Valle, municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Los cuerpos fueron trasladados al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para la necropsia.

A su vez, el regidor morenista de Tlaquepaque, Jalisco, Alberto Alfaro García, adelantó que denunciará por intento de homicidio a los policías de la fiscalía estatal que el miércoles le dispararon durante una persecución. El edil dijo que huyó porque los agentes no se identificaron cuando le marcaron el alto y temió un atentado.

Al menos 11 homicidios fueron documentados en tres estados, siete de ellos en Chihuahua y cuatro en Hidalgo. En Jacona, Michoacán, un comando atacó un centro de tratamiento contra las adicciones, lo que dejó un saldo de cinco lesionados.