Papantla, Ver., El tiempo parece detenerse en el Parque Takilhsukut, donde se lleva a cabo la vigésima edición Cumbre Tajín, cuyo frenesí de actividades se avizora intenso.

En el Festival de la Identidad el tiempo pasa sin prisa, el copal armoniza corazones y las estrellas elaboradas en palma guían el camino. Gratas sensaciones y un ánimo de tranquilidad dominan la atmósfera.

Coloridos atavíos tradicionales, música y danzas ancestrales, sones jarochos, así como ceremonias y rituales colmaron de sonidos y aromas la sede del encuentro.

Los voladores de Papantla, símbolo de esta región, son las estrellas, y celebran 10 años de haber sido reconocidos como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Mientras, los anfitriones, los indígenas totonacas, recibieron con alegría y disposición a los visitantes, que además de aprender sobre diversas manifestaciones artísticas escucharon, ya entrada la noche de este jueves, a grupos y solistas, entre ellos Julián Sant, Amandititita, Sonex, Los Aguas Aguas y Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Hoy subirán al escenario la Orquesta Sinfónica de Xalapa, Concha Buika, Ely Guerra, Eugenia León, Tonaná y Caña Dulce y Caña Brava.

En los llamados nichos, chozas construidas en palma y carrizo, se imparten talleres, clases y pláticas, incluso bailes tradicionales, como la Danzas de moros y cristianos, la cual proviene de los antepasados totonacas y representa la rivalidad religiosa.

Guardianes del conocimiento

Los abuelos y abuelas que dirigen el lugar por su sabiduría, comenzaron su camino con el humo de copal. Lo ofrecen a cada visitante que encuentran en el parque. Mientras, el Kantiyán, la Casa Grande de la Sabiduría del Centro de las Artes Indígenas, comenzó a prepararse para recibir a los miles de visitantes que llegarán al festival hasta la última jornada del encuentro, el domingo, día en que cerrarán los conciertos nocturnos el trovador cubano Pablo Milanés, Susana Harp y Mono Blanco, entre otros artistas.

Aquí estamos para dar luz, ofrecer conocimiento y no dejar que se olviden las tradiciones de nuestros ancestros, expresó uno de los abuelos que siempre ha vivido en el corazón del Totonacapan y camina por los varios senderos que confluyen en el Parque Takilhsukut.

Así se observa en las diversas Casas de Tradición, entre ellas, la de la Palabra Florida, de la Medicina Tradicional, del Mundo del Algodón, de la Alfarería, de la Danza y Música, de la Cocina Tradicional, y de la Representación, donde los maestros, aquellos que nacieron con el don, enseñan las artes totonacas.

Entre estas casas o escuelas –que tienen actividades y alumnos todo el año– destacan la del Nicho de la Purificación, donde se experimenta la medicina tradicional y la armonía mediante varias terapias encaminadas al autoconocimiento y el bienestar del ser humano, las cuales son guiadas por los anfitriones indígenas. Los cantos ceremoniales también se escuchan en este apartado lugar, ubicado lejos de las multitudes que se aglutinan durante los conciertos nocturnos.

“Aquí estamos los médicos tradicionales totanacas especializados en seis ramas –parteros, curanderos, hierberos, temascaleros, sobadores y rezanderos”, expresó Rosa Valente Santiago, al exaltar los saberes milenarios de la cultura totonaca.

En este lugar se encuentran aquellos que hemos nacido con el don de ahuyentar el dolor y traer bienestar mediante el arte de sanar a través de la tradición oral. Somos lectores del espíritu y ofrecemos paz a las dolencias.

Ayer, el calor fue benigno con los visitantes, que, en medio del gran movimiento alrededor de la cercana zona arqueológica de Tajín, también disfrutaron con la lluvia que cayó por la tarde en el Totonacapan, misma que no impidió el desfile de invitados musicales, presentaciones de libros, recorridos, narraciones, teatro, gastronomía y exposiciones, así como la séptima edición de la Muestra Internacional El Cine en la Cumbre.

Así, desde el escenario principal, en el Nicho de la Música, hasta la Carpa de Realidad Virtual y la Explanada de la Maroma, comenzó la primera jornada de la edición 20 del Festival de la Identidad.