Ubicada en lo que alguna vez fue señorial casona en el número 226 de Los Insurgentes, en la colonia Roma, la pulquería, que lleva el nombre de esa avenida, ofrece la deidificada bebida al ecléctico público que forma la parroquia del lugar, que desde hace nueve años se ha distinguido por su vasta oferta cultural.

La pulquería Los Insurgentes, además de ofrecer variantes de curados de la bebida prehispánica (también de chelas y otros menjurjes etílicos), se convierte en foro varios días a la semana para escuchar rock, jazz, rap, electrónica…

Asimismo, es sala de lecturas de trabajos literarios y para presentar libros. Las exposiciones de artes plásticas son continuas. Además, se puede degustar de ciclos de cine y celebraciones del mundo de la moda.

Es un sitio sui generis, casi un Bellas Artes, como la calificó Carlos Martínez Rentería, responsable de las relaciones públicas del lugar y personaje muy conocido en el ámbito de la cultura en México.

La pulquería surgió a iniciativa de Alan Ureña, antiguo barman de un antro de la Condesa, quien pensó en dar una oferta nueva a los bebedores millenials. Así, dio con el local, casi en ruinas, que en poco tiempo tomó forma y ahora, nueve años después, da servicio en tres niveles, no sociales, no, sino inherentes a la construcción que cuenta hasta con una barra en la azotea.

Pasatiempos de antaño

Quizás una carencia sea el aserrín en el piso, elemento característico de las pulcatas de otrora, y que los habitúes no puedan echar una partida de rentoy o un duelo de alacranes, pasatiempos de antaño que no podían faltar en este tipo de establecimientos.

Lo más importante es que llegamos a los nueve años con un promedio de 250 actividades culturales al año, que nos convierten en el más importante espacio cultural de la noche mexicana. También es importante el especial interés por promover la cultura del pulque a través de actividades sobre el tema, así como la consolidación del pulquecinema, reconocido ya en el medio cinematográfico como uno de los espacios alternativos de exhibición del séptimo arte más interesantes de la Ciudad de México, destaca Martínez Rentería, colaborador en La Jornada.

La materia prima, señala Martínez Rentería, procede de Hidalgo, el estado de México y Tlaxcala, entidad cuyo producto goza de muy buena fama entre los adoradores del neutle, al que algunos conceden propiedades proteínicas.

Este néctar se sirve en los clásicos tamaños tornillo, chivo, catedral, cabrón y el resto del catálogo. La curación ocurre en el local, por lo que hay garantía de frescura. Los sabores son interminables: piña, limón, tomate, naranja, mamey, mango, durazno y el Insurgentes, la mezcla de la casa que es uno de los más solicitados.

Rítmica velada

Este 23 de marzo, pulque y música se combinarán para festejar el noveno aniversario de Los Insurgentes en el Salón Los Ángeles.

Las estrellas de la Orquesta Dámaso Pérez Prado y de la Sonora Dinamita pondrán ritmo a la velada con el respaldo de grupos como la Redada, Señor Bikini, Fauna, Mónica Resendiz (más conocida como la Reina Andina), Xuna y Luri Molina y su trío, agrupación que procede de Nueva York y que cuenta entre sus integrantes con Wayne Tucker, connotado trompetista.

El sarao comenzará a las 14 horas con comida tradicional de pulquería, como sopes, tostadas con frijoles refritos, gorditas de chicharrón y en un descuido hasta rebanadas de fruta que antaño ofrecía aquel recordado sitio, el Circo Orrin, en el Centro Histórico.

No debe extrañarse que se dé el binomio baile guapachoso-pulque, pues, como señaló Ernesto Cabrera, integrante de la Sonora Dinamita, en el rumbo de la Guerrero hubo varios expendios aledaños a Los Ángeles, como El Tinacal o el Gran Combate.

La cita es el 23 de marzo de las 14 horas a las dos de la madrugada en Salón Los Ángeles, localizado en Lerdo 206, colonia Guerrero.