Estuvo prisionero 16 años en EU
Antonio Guerrero se infiltró entre los anticastristas de Miami, hasta que fue descubierto y encarcelado
Sábado 16 de marzo de 2019, p. 14
Entre las paredes de la prisión estadunidense donde permaneció 16 años, Antonio Guerrero Rodríguez, uno de los cinco jóvenes revolucionarios que recibieron el título de Héroe de la República, conoció otra cara de la solidaridad, así como historias de la realidad mexicana por medio de jóvenes connacionales que tomaron clases con él.
El ingeniero en construcción de aeródromos, nacido el 16 de octubre de 1958; fue uno de los muchachos que logró infiltrarse entre grupos que orquestaban planes terroristas desde Miami, Florida, contra territorio cubano, en particular se dirigían a centros turísticos y dirigentes. Su misión era recopilar información y enviarla a las autoridades de la isla.
Fue arrestado en julio de 1998 por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) acusado de espionaje y sentenciado, en un principio, a cadena perpetua. Como parte de un acuerdo humanitario alcanzado entre los gobiernos de Estados Unidos –durante la administración de Barack Obama– y Cuba, dirigido en ese momento por Raúl Castro, fue liberado el 17 de diciembre de 2014.
Antonio Guerrero se encuentra en Ciudad de México para participar en el XXIV Encuentro de Solidaridad con Cuba que se celebra hoy y mañana en la Universidad Obrera.
Un proceso difícil
En entrevista para La Jornada, refiere que a 60 años del triunfo de la revolución cubana el proceso no ha sido fácil, y desde el primer momento el gobierno de Estados Unidos no ha cejado en sus intentos por derrocar al sistema político cubano.
Desde el primer día en que la revolución triunfa, la política exterior estadunidense empezó a diseñar cómo revertir ese proceso
, insistió. Los años iniciales de este movimiento cubano fueron difíciles, relata, pues el gobierno estadunidense paulatinamente arreció sus políticas en contra; la más conocida fue el llamado bloqueo económico.
Agregó que Washington diseñó medidas para crear descontento al interior de la isla y que la gente sintiera que la revolución no podía dar respuesta a los avances que se habían propuesto de transformación en educación, salud, en la entrega de las tierras a los campesinos y desarrollo de la industria
.
La revolución cubana planteó otra manera de distribuir la riqueza; “esa es una de las espinas que el imperialismo, Estados Unidos –su gobierno– no resiste. Eso es lo que quieren cambiar”, destacó.
Pero en medio de todo aquello, fue México el aliado de Cuba
. Cuando en la Organización de Estados Americanos todo el mundo dio la espalda al país caribeño, nuestra nación fue la única que no rompió relaciones diplomáticas con ellos, destacó.
Maestro de mexicanos
Guerrero Rodríguez conoce la realidad de México a través de los relatos que connacionales le expresaron durante su estadía en la prisión estadunidense. De los 16 años que pasó detenido, 11 fue maestro y enseñó a muchos jóvenes mexicanos que no sabían escribir y mucho menos conocían las matemáticas.
En un inicio rechazó el ofrecimiento para dar clases, pues temía que tuviese que reportar las faltas. “No quería que me dijeran que era chiva o delator”, sin embargo, él sólo debía llegar a dar clases sin validar asistencias. Su labor formal era la de asistir al profesor que debía ser un oficial; sin embargo, éste nunca llegó.
Así, a su memoria llegan historias como la de un muchacho que trabajaba en el comedor de la prisión y apenas sabía de matemáticas. “Llegó muy noble (…), le sacaba fotocopias a las páginas de ejercicios y todos los días se sentaba; terminó siendo uno de los mejores alumnos”, relató.
Hoy, refiere, el camino para Cuba es seguir adelante. Sin ser perfectos, cambiará todo lo que deba cambiar, pero serán ellos y no la imposición de otras naciones –como Estados Unidos– los que tomen las decisiones internas. Guerrero Rodríguez afirma que la esencia de la revolución cubana está arraigada entre los ciudadanos del país insular.