Melbourne. La súbita muerte de Charlie Whiting, director de carreras de la Fórmula 1, da un tono sombrío al inicio de la temporada 70 de la máxima categoría del automovilismo, con la rivalidad entre Lewis Hamilton (Mercedes) y Sebastian Vettel (Ferrari) relegada a un segundo plano.

Un día antes de la primera sesión de prácticas para el Gran Premio de Australia, el mundo de la Fórmula 1 quedó conmovido al enterarse que el hombre al que se le describió como un amigo fiel y un carismático embajador del deporte motor, falleció por una embolia pulmonar en Melbourne. El británico Whiting tenía 66 años.

El presidente de la FIA, Jean Todt, mostró su inmensa tristeza por la muerte de Whiting. Ha sido un gran director de carrera, una figura central e inimitable en la Fórmula 1, que encarna la ética y el espíritu de este fantástico deporte. La Fórmula 1 ha perdido a un amigo fiel y un embajador carismático. Todos mis pensamientos, los de la FIA y toda la comunidad de los deportes de motor están con su familia, sus amigos y los amantes de la Fórmula 1, expresó Todt. Los pilotos citados a la conferencia oficial abrieron con el reconocimiento al legado de Whiting, quien fue un ícono para el británico Hamilton.

Al luto general se unió el mexicano Sergio Pérez, quien se refirió a Whiting como un guía