El libro Cruzar el umbral al Medio Oriente, de Carlos Martínez Assad, desafía al lector a abrir la puerta y conocer esta región con todas sus manifestaciones y riqueza cultural, pues ‘‘por lo general los medios impiden ver, a veces influidos por Estados Unidos”.

Es decir, ‘‘hablamos de Medio Oriente y pensamos en el terrorismo, las guerras, los conflictos que han albergado estas tierras y poca atención nos produce lo demás, que considero lo más relevante”.

Cruzar el umbral... (Océano, 2018) fue presentado en la reciente Feria Internacional del Palacio de Minería.

‘‘Todo el mundo occidental –añade– conlleva la marca de ese origen, el haber sido la tierra donde surgieron las tres religiones monoteístas más fuertes que impactan a Occidente y gran parte de Asia: el cristianismo, el judaísmo y el islam. Estamos más relacionados con esta región de lo que nos atrevemos a pensar”, explica en entrevista con La Jornada el investigador emérito del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La primera parte de esa obra, Viajeros en Tierra Santa, está dedicada en especial a las personas que dejaron testimonio de su periplo. Aunque se concentra en el siglo XIX, cuando Medio Oriente comenzó a abrirse a Occidente, en particular después de la invasión napoleónica a Egipto, Carlos Martínez Assad apunta que hay relatos muy antiguos alusivos a viajes de esa naturaleza. Personas, por ejemplo, que comienzan a ir después de imaginar el Oriente, como los pintores, lo que da origen a la noción de orientalismo.

Con migrantes musulmanes México sigue consigna de EU

A esas tierras, apunta Martínez Assad, no sólo fueron europeos o estadunidenses como el novelista Mark Twain, sino también mexicanos como el escritor José López Portillo y Rojas, y latinoamericanos como el emperador Pedro II de Brasil. El autor los sigue y reproduce sus relatos, aunque a veces se ve en la necesidad de corregir algún dato sobre algún sitio o que ‘‘atribuyen el descanso del séptimo día indistintamente a musulmanes y judíos”. Le interesa captar ‘‘la esencia que cada uno de los viajeros encuentra al llegar al lugar”.

En los siguientes capítulos, Entre el sueño y la reflexión y La fuerza de las palabras, continúa destacando lo cultural, hasta llegar a la actualidad. Hay un capítulo, incluso, dedicado al terrorismo –‘‘cómo se ha dado y qué está provocando’’–, aunque matizado con todo lo que la región tiene de relevancia. Hay otro en torno a la migración actual porque de acuerdo con el entrevistado, ‘‘si conociéramos bien cómo se han dado las soluciones en Turquía o Alemania, sabríamos qué hacer con el éxodo de centroamericanos en México”.

Con Cruzar el umbral al Medio Oriente Martínez Assad insiste en que esta parte del mundo en realidad no está tan lejos; ‘‘incluso si uno piensa en los inmigrantes que llegaron a México en los siglos XIX y, en particular, en el XX de Siria y Líbano. Es una paradoja que ahora con los conflictos actuales cerramos la puerta y no permitimos que nadie de esos países venga a México, un poco siguiendo la consigna de Estados Unidos que canceló la posibilidad de tener visados y de entrar personas de siete países considerados musulmanes.

‘‘México, sin hacer ninguna ley, en realidad no ha estado dando apoyos a esta zona, hecho que se vuelve más complicado dada nuestra situación con Centroamérica”. Para el investigador las cosas no pueden ser vistas de esa manera.

‘‘El éxodo de centroamericanos a México en el año reciente se calcula en 7 mil, mientras de Siria en siete años salieron más de 7 millones. Hablamos de algo que es muy manejable. Hay muchas necesidades de trabajo aquí, entonces por qué verlo como un problema. Habría que verlo de una manera más acorde”, concluye Carlos Martínez Assad.