El Partido Revolucionario Institucional (PRI) trabaja a todo vapor para actualizar su padrón de afiliados. Quienes no refrenden su militancia a final de año serán dados de baja, por orden de la autoridad electoral.

El registro actual ante el Instituto Nacional Electoral (INE) es de 6 millones 545 mil 923 y este padrón se utilizará para la elección de su próximo presidente, en julio próximo.

El PRI tiene el mayor número de militantes en el país, pero también el más alto nivel de denuncias por afiliación indebida (10 mil 134) y de militantes duplicados (51 mil 338), de acuerdo con datos oficiales.

Según la información más reciente del INE, al 14 de enero pasado, el PAN tiene 376 mil 988 militantes; el PRD 5 millones 30 mil 34; PT 508 mil 210; PVEM 304 mil 311; Movimiento Ciudadano 466 mil 197 y Morena 317 mil 595.

Por las fechas previstas para el proceso interno, la contienda –previsiblemente organizada por el INE– se hará con un registro sin depurar en su totalidad.

Ello porque se toma en cuenta el padrón vigente al momento de solicitar la colaboración del INE, trámite que el tricolor hará la semana próxima.

Sentido de pertenencia

El inicio de este trabajo parte de dos bases: hay un defecto importante en el padrón (detectaron incluso casos de priístas distinguidos que no estaban inscritos), y asegurar la eliminación de los expulsados como los ex gobernadores Javier y César Duarte, así como de Roberto Borge.

Igualmente buscan aprovechar este proceso para fortalecer el sentido de pertenencia y generar condiciones para el crecimiento territorial.

El tricolor prevé la instalación de módulos en toda su estructura, desde comités municipales hasta mesas en las 68 mil 412 secciones electorales del país, a fin de lograr un máximo de depuración, refrendo de militancia y, en una perspectiva optimista, superar el nivel de 6.5 millones de inscritos.

La actualización es ordenada por el INE a todos los partidos; el ajuste ordinario por fallecimientos o ciudadanos inhabilitados para ejercer sus derechos políticos (personas privadas de su libertad, por ejemplo), así como la detección de duplicidades se hace de manera cotidiana y automática en el organismo electoral nacional.

Es por ello que el trabajo propiamente partidista debe enfocarse en motivar a los ya inscritos y evitar su fuga a otra opción política.

Héctor Gutiérrez de la Garza, secretario de Organización del PRI y responsable de la revisión, actualización y sistematización del padrón de afiliados al PRI, destacó el reto de atraer a los ciudadanos.

Para ello, comentó, necesitamos fortalecer el sentido de pertenencia y el contacto personal con la gente. El formato de afiliación tiene un área para que el militante fabrique su credencial del tricolor: pegue su foto y escriba sus datos.

El dirigente manifestó su confianza en conservar e incluso crecer el padrón priísta aun con el descalabro electoral sin precedente que vivieron en 2018.

Indiscutiblemente, admitió, una posibilidad es que el padrón se reduzca, aunque para evitarlo se trabaja de manera ardua. Espero que el padrón suba. Tengo confianza en ello, en especial en el trabajo en tierra, dijo en entrevista.

El plazo fatal es el 31 de diciembre próximo. Si para entonces el PRI no logró refrendar la militancia, el 1º de enero de 2020 inicia la depuración (bajas) automáticas.

Pero al momento de la contienda interna, todo el que está registrado ante el INE actualmente tiene derecho de participar en el proceso interno, de ahí que tendría garantizado votar en el proceso ­interno.

No exponer la unidad

Por otra parte, el PRI pidió a sus dirigentes locales y nacionales no dar línea a sus bases sobre el aspirante a la presidencia a quien deben apoyar, en el proceso interno para la selección de su próximo líder, a realizarse en julio próximo.

En carta firmada por la presidenta y secretario general actuales, Claudia Ruiz Massieu y Arturo Zamora Jim;énez, se aclara que ello no significa prohibición a reunirse con los aspirantes, pero sí evitar actos o pronunciamientos que pongan en riesgo la ­unidad.

Les piden asumir una conducta ejemplar e imparcial en el proceso interno, a fin de evitar riesgos a la unidad del tricolor. Ruiz Massieu y Zamora ofrecen, a su vez, lealtad al PRI y condiciones de legalidad y equidad en el proceso.