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Disparos cuenta la evolución de la violencia a través de la lente de Yahir Cabrera

Documental de Elpidia Nikou y Rodrigo Hernández que se estrena mañana en el FICG

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▲ Fotos fijas del filme coproducido por España y México. En la izquierda, Yahir Cabrera.
Enviado
Periódico La Jornada
Sábado 9 de marzo de 2019, p. 5

Guadalajara, Jal., Uno de los platillos fílmicos imperdibles en la edición 34 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) es el documental Disparos, coproducción México-España dirigida por el tándem creativo integrado por Elpida Nikou y Rodrigo Hernández, que se estrena mañana en la sección Iberoamérica en Competencia.

En entrevista con La Jornada, Hernández mencionó: Nosotros chambeamos en el Colectivo Muzungu en proyectos más periodísticos y noticiosos; queríamos hacer algo más extendido, con trama y ritmo diferente.

En Disparos, Nikou y Hernández cuentan la historia del joven fotógrafo que vive y retrata la violencia de su barrio en Ciudad de México.

Del fotógrafo del que se ocupan en esta historia es Yahir Cabrera, colaborador de La Jornada, nacido en Iztapalapa, localidad con altas tasas de criminalidad, falta de empleo y deficiencias en educación.

Para el propósito que taladraba su retentiva creativa, Nikou y Hernández llegaron al Taller de Fotografía de Jesús Villaseca (fotorreportero de esta casa editorial) donde nos encontramos con Yahir, quien encuentra en ahí un medio para expresarse y ocupar su tiempo de manera más productiva que el resto de sus amigos. Supimos que ahí había una historia interesante.

El primer impulso, reconoce la pareja de directores, era seguir a Villaseca, que está bien chingón también porque, como la mayoría de sus alumnos, también se crió en Iztapalapa y ha sufrido la violencia que ellos experimentan a diario. Más que un maestro, es un guía.

Para seguir con su discurso precisan: Con la historia de Yahir nos dimos cuenta de que teníamos una buena forma de narrar, no sólo la falta de oportunidades en un barrio como Iztapalapa, sino de contar la evolución de la violencia de México a través del entorno de este joven.

Es decir, mientras Yahir retrata su barrio y la vida de sus amigos, registra el aumento de violencia que se vive en su entorno. Convertido ya en un fotógrafo profesional ve cómo muchos de sus amigos del barrio se involucran con los grandes cárteles de narcotráfico. Es como si Iztapalapa fuera un lugar representativo del país, están concentradas toda las formas de la violencia. Él vive a una cuadra de Ciudad Nezahualcóyotl.

Una historia vigorosa

Otro de los elementos que reafirmó a la dupla creativa que estaba en el camino correcto para contar la historia de Yahir fue “después de que Jesús nos contó que él era su mejor alumno. Comenzamos a seguirlo, en ese momento cubría la nota roja, donde se cuenta gran parte de esta violencia que nos interesaba y, por otro lado, tenía amigos en el barrio que ya estaban metidos en las bandas.

En el camino de la filmación le sucedió lo que ha registrado desde hace más de una década. En una cobertura en Guerrero, él y otros periodistas quedaron atrapados en manos de un grupo armado que cambió su vida y su perspectiva de lo que ocurre en el país. Además ganó un premio por una de sus fotografías de un colgado.

Aunque la historia de Yahir era muy vigorosa, “entre más cosas le sucedían a él la historia mejoraba; decidimos parar porque fueron muchos años los que llevamos grabándolos y el sentimiento que desarrollamos con Yahir y Jesús era mucho más grande que si fueran unos simples personajes, ya son nuestros amigos por todo lo que pasamos juntos… en el secuestro de Yahir nosotros también la pasamos muy mal. Se convirtieron en una parte de nuestra familia”.

Para concluir mencionan: “Como tenemos bastantes años chambeando en estas historias y en situaciones hostiles, sabemos que lo más complicado no es cómo grabes o edites, sino cómo abres las puertas de la gente que quiera contar su historia.

“Entendemos el mundo del periodismo, de la comunicación, de los documentales, como una forma de contar historias, pero también como una manera de remover conciencias, como una forma política de entender la vida. Desde el principio queríamos entender Disparos como una forma de explicar la violencia, pero sobre todo de que si se dan oportunidades a gente que nos las tiene se pueden encontrar muchos Yahires.”

Rodrigo Hernández, director y realizador de documentales independientes, trabaja para varios medios desde 2008, entre ellos Al Jazeera, Nat Geo y TeleSUR.

Elpida Nikou, camarógrafa y directora, desde 2011 ha participado en la producción, grabación y edición de reportajes y documentales sobre temas sociales para medios internacionales como Al Jazeera y TeleSur. Disparos es su primer largometraje de la pareja.