En la red de centros de salud y hospitales de Ciudad de México hay escasez de medicamentos, pero lo peor es la falta de insumos y equipo médico a tal grado tal que en la pasada temporada invernal, la época más crítica de influenza y enfermedades respiratorias, se trabajó con lo mínimo indispensable.

En el hospital materno pediátrico de Xochimilco el personal detalló que en la anterior administración se difundió un video sobre la terapia neonatal, donde se presume que tenemos equipo de vanguardia, pero la realidad es otra: ha habido ocasiones que no tenemos ni jabón quirúrgico y se nos pide que utilicemos cloro como se hacía en el pasado, pero se desechó porque tenía otras implicaciones.

Los trabajadores, que prefirieron omitir sus nombres para evitar represalias, explicaron que hacen falta insumos básicos como gasas y guantes, pero también de equipo. Aquí tenemos cinco respiradores descompuestos que son vitales para los pacientes, pero desde hace mucho comenzamos a tener problemas con el mantenimiento. Apenas están comenzando a verificar a ver qué es lo que nos hace falta.

Agregaron que las carencias no son de ahora, pero los directivos hasta premios han recibido por la optimización de los recursos materiales. Se hacen juntas y cada mes haces tus requerimientos, pero no llega todo lo que pides y así se van acumulando las necesidades.

El desabasto ocasiona que en los centros médicos se posterguen las intervenciones quirúrgicas de los pacientes, se alargue su recuperación o se emitan recetas sin que se surtan en su totalidad.

En el hospital Balbuena, donde a principios de año Marlene Pérez Galván llegó desde Atenco, estado de México, sigue en espera de que operen a su papá, pero la falta de un aparato y una placa en forma de red ha impedido que se realice.

Lo operaron hace un año por un tumor en la cabeza, pero se afectó el hueso del cráneo. El aparato que necesita cuesta 7 mil 500 pesos, ya nos dijeron dónde podemos rentarlo, pero la placa que tiene que utilizar después de la operación sale en 25 mil y estamos viendo cómo le hacemos.

Afuera del hospital Gregorio Salas, ubicado en la calle Del Carmen, en el Centro Histórico, Bertha García comentó que siempre surten de manera regular los medicamentos que son más baratos, pero no sucede así con los más caros.

El paracetamol que te recetan para el dolor nunca falta, pero otras medicinas, como la talidomina para el cáncer, sí escasea; las que nunca hay son las de diabetes, mi esposo las necesita cada mes, pero la mayoría de las veces las tiene que comprar en las farmacias.

En la capital hay 210 centros de salud, 31 hospitales generales y 16 clínicas de especialidad, en los que en el sexenio pasado se atendieron –según cifras oficiales– a 21 millones 763 mil pacientes, de los cuales entre 15 y 20 por ciento provienen de otras entidades, principalmente el estado de México.