Por lo menos a cuatro familiares del alcalde de Villagrán, Guanajuato, Juan Lara Mendoza, se les relaciona con la estructura del cártel de Santa Rosa de Lima, que lidera José Antonio Yépez, El Marro.

De acuerdo con reportes de inteligencia federal, se identifica a un hermano y a tres sobrinos del capo en la organización, que tienen como centro de operación el poblado de Santa Rosa de Lima, sitio en el que El Marro tiene algunas casas de seguridad.

Fabián, Noé y Luis Ángel Lara Belman, sobrinos de Lara Mendoza, están identificados como segundos al mando, sólo por debajo de José Antonio.

Por otra parte, el reporte a que se tuvo acceso menciona a José Mario Lara Mendoza, El Mala Suerte, como parte del grupo, donde desempeña funciones de chofer, según consta en el documento.

El alcalde Juan Lara ha negado que El Marro opere en el municipio de Villagrán y niega tener vínculos con el líder de esa organización; no obstante, sus sobrinos forman parte del grupo.

De acuerdo con funcionarios federales y estatales, José Antonio Yépez tiene apoyo de algún sector de la población, que a cambio de un pago en efectivo realiza los bloqueos para impedir que autoridades se acerquen a las casas de seguridad que tiene el líder.

El cártel de Santa Rosa de Lima ha afectado los sistemas de transporte en Salamanca-Vista Alegre-Zacatecas; Salamanca-TAR León; Salamanca-TAR Morelia; Salamanca-TAR Guadalajara y Tula-Refinería Salamanca, y se ha apoderado de 40 kilómetros de ductos a la altura de Cortázar.

Opera en el llamado Triángulo de las Bermudas y en los alrededores tiene por lo menos siete predios y cinco ranchos, como El Jaramillo, Rincón de Centeno y San José de Guanajuato, este último se encuentra en Santa Rosa de Lima.

Su centro de actividad es Villagrán, pero se ha extendido a los municipios de Celaya, Salamanca, Santa Cruz, Juventino Rosas, Valle de Santiago e Irapuato, donde ayer por la mañana se registró un ataque a las instalaciones de la Fiscalía General de la República, por lo que esa dependencia abrió una carpeta de investigación.

La violencia que se vive en parte de Guanajuato, sobre todo en los municipios por los que atraviesan los ductos de Pemex, está relacionada con la disputa que mantiene El Marro con el cártel Jalisco Nueva Generación por el control de la zona.