El ex director del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y actual coordinador del Partido de la Revolución Democrática en el Congreso de la Ciudad de México, Jorge Gaviño Ambriz, aseguró no temer a investigaciones que se realicen en la empresa por posibles actos de corrupción en contratos, y si bien no descartó que pudiera encontrarse alguna irregularidad, dijo que deberá actuarse en contra de quien tenga responsabilidad.

En el Metro trabajaban cerca de 7 mil personas, cada tramo de responsabilidad tiene un responsable concreto, con nombre y apellido, y entonces cada quien tiene que responder de sus actos. Yo respondo de los míos absolutamente, afirmó.

Entrevistado luego de una reunión de trabajo en el Congreso, el legislador dijo desconocer las declaraciones de la directora del STC, Florencia Serranía Soto, de que se están revisando los contratos, pero aseguró que a un año de haber dejado ese cargo no ha escuchado que se señale algún contrato firmado por él en su administración.

–¿No hay temor de que en su administración se encuentre algún contrato irregular?

▲ El diputado perredista y ex director del STC-Metro, Jorge Gaviño Ambriz, se deslindó de los posibles actos de corrupción que colaboradores habrían cometido durante su gestión.Foto Jesús Villaseca

–Bueno, seguramente habrá algunas situaciones, pero cada quien es responsable de sus actos.

Refirió que durante su gestión (julio de 2015 a marzo de 2018) se instalaron 62 escaleras eléctricas y se adquirieron 10 trenes nuevos que, por primera vez en la historia del país, los compramos en pesos mediante una licitación pública, y serán entregados a la presente administración.

Gaviño Ambriz explicó que al asumir dicho cargo lo primero que hizo fue elaborar un diagnóstico de las condiciones en las que había recibido la red, con 11 estaciones de la línea 12 cerradas, cinco de la línea A infuncionales y muchos trenes parados.

Si bien aseguró haber dejado un Metro funcionando en mejores condiciones de las que lo recibió, advirtió que hay mucho por hacer; el presupuesto que recibe no es suficiente y cada vez va a necesitar más recursos, aunado a que muchas de las acciones que requiere, como la contratación de subestaciones, tardan hasta dos años y medio para entrar en funcionamiento, e igual las escaleras eléctricas se tienen que mandar a hacer y se demoran alrededor de un año.