Los Ángeles. Cuando Steven Spielberg habla en Hollywood, todos escuchan y pocos cuestionan. Pero reportes de que planea apoyar cambios a las reglas que dejarían a Netflix fuera de los Óscares han provocado un debate acalorado y difícil de manejar, y han puesto al renombrado director en desacuerdo con otros pesos pesados de la industria que destacan el apoyo que Netflix ha dado a cineastas de minorías.

Spielberg ha opinado antes sobre si las películas disponibles vía streaming deberían competir por el premio más prestigioso de la industria, pero eso fue antes de que Netflix estuviera muy cerca de obtener el Óscar a la mejor película con Roma, de Alfonso Cuarón. Netflix no se lo llevó; la ganadora fue Green Book, producida parcialmente por Amblin Entertainment, de Spielberg.

Netflix probablemente redoble su presencia en los premios con The Irishman, de Martin Scorsese.

Hace unos días, Netflix respondió a Spielberg en Twitter que ellos también aman el cine y proporcionan a los cineastas otras formas de compartir su arte.

La plataforma aseguró que también aprecian dar acceso a personas que no pueden pagar una entrada o no tengan acceso a un cine en sus ciudades; permitir a todos en todo el mundo disfrutar de los estrenos al mismo tiempo o proporcionar a los cineastas otras formas de compartir su arte. Estas cosas no se excluyen mutuamente.

La firma cuenta con grandes defensores, incluyendo figuras de primera línea que han sido atraídas por sus proyectos. Ben Affleck, en el estreno de su película Triple Frontier, de Netflix, dijo que ésta ha invertido mucho en contar historias. Es muy emocionante porque te da la sensación de que está definiendo hacia dónde va el futuro del cine y de la distribución. La gente ve películas en más y más plataformas que antes y se siente que eres parte de esa transición emergente.

Algunos ven la postura de Spielberg como equivocada, especialmente en torno a los premios de la Academia, que requieren que las películas se estrenen antes en cines para poder competir en los Óscares. Muchos en Internet han señalado la hipocresía en una organización que permite que sus miembros vean las películas en devedé antes de votar.