A pocas semanas para que concluya la temporada invernal y la mayor incidencia de infecciones respiratorias agudas, especialistas de la Secretaría de Salud (Ssa) exhortan a la población a no confiarse con la presencia de olas de calor, pues aunque ha disminuido el reporte de casos en las pasadas dos semanas, aún debemos estar alertas, en particular ante los cambios bruscos de temperatura, afirmó Francisco Navarro Reynoso, médico especialista del Hospital General de México.

El representante de la dependencia federal detalló que esas enfermedades desde oídos, nariz, garganta hasta los pulmones, que son ocasionadas en su mayoría por virus, también pueden ser bacterias o parásitos que se transmiten por las gotitas de saliva que expulsamos al toser o estornudar. O puede ser por contacto con superficies contaminadas, como manijas de las puertas, barandales de transporte público, mesas o escritorios, entre otros.

Navarro Reynoso señaló que el calor en gran parte del territorio nacional es un factor que puede incidir en el número de afecciones respiratorias que aún podrían presentarse en esta temporada invernal que concluye a finales de marzo.

Hay un clima muy seco y en un momento dado puede haber todos los virus y bacterias, los cuales necesitan un lugar donde poder estar y es básicamente en la laringe, que es húmeda y caliente.

Agregó que otro factor que incide en el incremento de casos es la contaminación ambiental que irrita las vías respiratorias.

Si bien señaló que en años recientes la incidencia de estos males se ha mantenido estable, la presencia, en cada temporada invernal de una influenza estacional combinada con la H1N1, que también se comporta como estacional, es cuando se detecta que estamos teniendo más casos que hace 20 años, a los que se suman pacientes con influenza tipo B, que puede estar más relacionada con los movimientos de grupos migrantes o la propia contaminación ambiental.

Destacó que la vacunación de la población en riesgo ha sido exitosa para frenar un mayor número de casos, recomendó acudir ante un especialista ante los primeros síntomas de una enfermedad y evitar la automedicación que tanto afecta la capacidad de respuesta del sistema inmunológico a los medicamentos correctos.