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Desde Otras Ciudades

La organización sindical alemana y una protesta singular en La Berlinale

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En uno de los festivales más importantes de cine, empleados de una cadena de este rubro hizo ver las condiciones económicas que padecen.Foto Alia Lira Hartmann
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urante el reciente Festival de Cine de Berlín, La Berlinale, un grupo de 60 trabajadores –empleados por la cadena de cines Cinemaxx– realizó una manifestación que, aunque atrajo la atención del público asistente por unos momentos, tuvo el efecto que espera el espectador que asiste a ver una película en cartelera de limitado corte visual o narrativo.

Las exigencias de incremento salarial por parte de los manifestantes fueron plasmadas en carteles y pancartas que rezaban: mi sueldo apenas me alcanza para gastar en este cartel, salarios justos, impensable, por salarios justos en los cines, amo el cine, odio Netflix, pobre a pesar de tener trabajo, mi sueldo no debe ser como de entrada al cine para estudiantes y salarios de hambre.

La manifestación fue organizada por el sindicato alemán Ver.di, por sus siglas en alemán (Vereinte Dienstleistungsgewerkschaft), traducido como Sindicato Unificado de Servicio, sus afiliados provienen de más de mil profesiones, empleados, autónomos, funcionarios o estudiantes, trabajadores de la industria de servicios en el campo de la educación, arte, cultura o en los medios de comunicación.

Con alrededor de 2 millones de afiliados el gremio asegura las condiciones laborales y su lucha es por exigencias sociales básicas y justas.

En estas tierras los sindicatos se agrupan en la Confederación Alemana de Sindicatos –DGB Deutsche Gewerkschaft Bund– con algo más que 8 millones de afiliados, cuya sede se encuentra en la capital alemana.

De los ocho sindicatos que la integran, Ver.di ocupa el segundo puesto tras el poderoso Sindicato Industrial del Metal (Industriegewerkschaft Metall –IG Metall–) que agrupa a trabajadores de la industria metalúrgica y electrotécnica, siderúrgica y mecánica automotriz, entre otras, y que constituyen en buena parte la clase trabajadora de un país industrializado como Alemania. Dentro de las empresas del sector automotriz, uno de los sectores más fuertes, empleados en puestos administrativos y ejecutivos, tienen abiertas la posibilidad para afiliarse a cualquier agrupación sindical.

Otras organizaciones sindicales de relevancia política en el país, parte de la Confederación Alemana de Sindicatos, son el Industrial de Minería, Química, Energía; el Industrial de Construcción-agricultura-ambiente, el Sindicato Ferroviario y de transporte, el Sindicato de Educación y Ciencia, el de Hotelería, Alimentación e Industrias Afines y el de la Policía. Los sindicatos alemanes son respetados como instituciones democráticas con un importante peso político en el país.

Alia Lira Hartmann, corresponsal