Un total de 20 policías de investigación relacionados con la delincuencia organizada fueron separados de sus cargos, presentados ante la comisión de honor y justicia y congelados, en tanto concluye el procedimiento administrativo para ser expulsados, informó la procuradora capitalina, Ernestina Godoy.

Mientras, el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, afirmó que encontró no sólo casos de corrupción, sino abandono de la policía, pues “no hacía lo que le correspondía; estaba desviada en generar dinero, en que la ordeñaban, por lo que estaba peor de lo que pensábamos”.

Ambos funcionarios se comprometieron, por separado, a mejorar las condiciones de sus elementos y acabar con la corrupción, por lo que al descubrirse los lazos directos de los policías de investigación, no sólo con grupos de narcotraficantes, se determinó su separación del cargo.

Dicha corporación, reconoció la procuradora, tuvo un jefe por muchos años, y ahora ya no está, pero desafortunadamente hemos encontrado que algunos de nuestros policías están relacionados con la delincuencia organizada, incluso les dan protección.

Dijo que son malas prácticas, y en ese sentido cada vez que hemos tenido noticias de situaciones concretas de cada uno, los hemos separado, los hemos cesado, están en procedimientos ante la comisión de honor y justicia. Son como 20.

Hasta el momento, reconoció, no se ha integrado ninguna carpeta de investigación en contra de mandos concretos, como el comandante en jefe, Raúl Peralta Alvarado, quien estuvo casi 10 años en esa corporación, por lo que las investigaciones continúan.

Por su parte, el jefe de la policía capitalina reconoció que había desorden en todos sentidos, tras ejemplificar lo que significó para la dependencia el sobreprecio en la adquisición de alarmas vecinales, que es bueno, pero se destinaron 4 mil millones de pesos en los pasados cuatro años.

Orta aclaró que sólo detectó las anomalías en la adquisición de las alarmas vecinales, pero dijo que su labor no es fiscalizar; no obstante, insistió en que el problema es que si compras algo con sobreprecio significativo, quiere decir que desviaste recursos que debiste haber invertido en la misma institución, por ejemplo, en aumento salarial.

(Con información de Elba Mónica Bravo)