La procuradora general de Justicia, Ernestina Godoy Ramos, reconoció que el modelo de persecución de los delitos de la dependencia es un fracaso y en tanto transita hacia una fiscalía autónoma, se concentrará en reducir los tiempos de atención en el Ministerio Público, erradicar la corrupción y atender a víctimas.

Al participar en un foro del Congreso local, dijo que se aprovechará el periodo de transición de procuraduría a fiscalía para generar un modelo que pondrá a la capital a la vanguardia en procuración de justicia.

En el foro, una integrante de la comisión técnica encargada de planear y conducir dicha transición, sostuvo a su vez que el modelo de procuración de justicia estaba diseñado para servir al poder, no a los ciudadanos; para controlar políticamente y administrar el pacto de impunidad, más que para resolver los problemas cotidianos de las víctimas de delitos.

Es una institución colapsada, dijo, y añadió que diseñar un modelo distinto llevará tiempo, lo que justifica la prórroga que el Congreso prevé en la reforma a la Constitución local para crear la fiscalía.