La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió que en algunas variables macroeconómicas las previsiones para este año tienen poco margen de maniobra, en particular la tasa de inflación, el tipo de cambio y el crecimiento.

En la revisión de la Cuenta Pública de 2017, el órgano fiscalizador, órgano técnico especializado de la Cámara de Diputados, se refirió a las metas fijadas para 2019 y consideró que las previsiones tienen poca holgura.

En torno a la meta de inflación del Banco de México –3 por ciento más/menos un punto porcentual–, aseveró que la mayoría de los analistas no consideran que se cumpla dicho pronóstico en 2019 y ubica sus estimaciones por arriba de 4 por ciento.

Por otro lado, una depreciación del tipo de cambio podría incrementar las presiones inflacionarias y llevar al instituto central a nuevos incrementos a la tasa de interés de referencia, lo cual repercutiría en un alza del costo del financiamiento.

El tipo de cambio –20 pesos por dólar este 2019– se considera una cotización optimista por los analistas, debido a que persistirán eventos que podrían generar presiones alcistas, como la política monetaria de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y la incertidumbre en torno a la resolución de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).

De presentarse un crecimiento económico inferior al estimado en el paquete económico, situación que es factible debido al entorno internacional, así como una disminución en las plataformas de producción y exportación de petróleo, repercutiría en menores ingresos presupuestarios y dificultaría cumplir con el superávit primario vaticinado.

Hay que evitar desvíos

Por lo anterior, alertó, desviaciones significativas en los resultados de las principales variables macroeconómicas respecto de las previstas podrían generar mayor incertidumbre sobre el rumbo de la política económica de la nueva administración y el cumplimiento de los objetivos establecidos en los Criterios Generales de Política Económica para 2019.

La ASF recomendó que ante condiciones financieras más restrictivas y un incremento del proteccionismo comercial, en materia de política económica se requiere diversificar los mercados y disminuir la dependencia de Estados Unidos, así como fortalecer el mercado interno, elevar la productividad y reforzar las medidas de política fiscal y monetaria para prevenir desequilibrios en los sectores en que el aumento del endeudamiento público y privado, en un escenario de tasas de interés al alza y volatilidad financiera, represente un riesgo para la economía, el sistema financiero y las finanzas públicas.

Agregó que el balance de riesgos macroeconómicos y fiscales justifica continuar con las medidas de disciplina fiscal y el cumplimiento de las metas que han sido establecidas, así como mantener la estabilidad en los fundamentos.