‘‘Positivo’’, bajar los precios de algunos ejemplares del FCE
Martes 26 de febrero de 2019, p. 9
En la jornada del domingo pasado, el Palacio de Minería fue visitado por centenares de personas que transitaron por sus laberínticos pasillos, así como salones y salas, desde temprana hora y hasta entrada la noche, en un incesante trajín.
Esa es una postal que se repite desde hace años en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, que llega a la edición 40 y que en su primer domingo tuvo una afluencia de 15 mil a 18 mil visitantes, según estimaciones de los organizadores.
Para algunos de los expositores, que en conjunto representan a más de 600 sellos editoriales, éste ha sido un buen fin de semana en términos de público y de ventas. Acaso, consideran, han funcionado muy bien las ofertas y los descuentos que se ofrecen en ese encuentro editorial.
Es el caso del Fondo de Cultura Económica (FCE), que este año participa por vez primera en la feria aglutinando a la Dirección General de Publicaciones (DGP) de la Secretaría de Cultura federal y las librerías Educal, como parte de una nueva política de gobierno.
Experiencia tripartita de instancias oficiales
‘‘Las ventas han sido buenas en estos días. Como es la primera vez que nos juntamos (FCE, DGP y Educal) no tenemos un parámetro muy claro de qué es una buena venta, pero el hecho de ver el módulo siempre con lectores, de que la caja no deja de funcionar, es un indicador de que vamos bien”, consideró Humberto Castañeda, coordinador de librerías Educal.
Esa fusión de instancias oficiales participa en la Feria del Libro del Palacio de Minería con entre 15 y 20 mil títulos y un total de 50 mil ejemplares. Las expectativas de ventas van de un millón a 1.5 millones de pesos, estimó su representante.
Para Sexto Piso el panorama difiere, pues las ventas, hasta pasado el mediodía del domingo, estaban por debajo de las expectativas, no obstante que esa editorial cuenta con ofertas de 10 a 50 por ciento de descuento en sus publicaciones, y las de importación hasta 20 por ciento, mientras en sus libros clásicos ilustrados es de 20 a 50 por ciento.