Según las cifras con que cuenta la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) “la pesquería del camarón está sana, y de hecho está a punto de certificarse a nivel mundial por el organismo internacional Marine Stewarship Council (MSC), como pesquería sustentable tanto en altamar como ribereña, informó Raúl Elenes Angulo, titular de la dependencia.

En entrevista con La Jornada, el funcionario reconoció que, tal como lo sienten pescadores, en las temporadas es menos rentable la actividad, porque lo que sucede es que hay mucha más gente queriendo el camarón, es decir cada vez hay más participando de la actividad, más pescadores y el pastel a repartir es más pequeño.

Detalló que del padrón de pescadores actual que ronda los 300 mil, poco más de 200 mil se dedican al camarón, así de trascendente es esta pesquería en lo social.

Datos del Sistema de Información Alimentaria y Pesquera (SIAP) indican que México es el séptimo productor mundial de este crustáceo, con más de 221 mil toneladas producidas. El país provee 2.5 por ciento de la disponibilidad mundial. Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Venezuela y Dinamarca son algunas de las naciones que compran camarón a México. El principal estado productor es Sinaloa, con 221 mil 695 toneladas. En el país se consumen 1.6 kilos de camarón per cápita.

En días recientes este medio publicó que la captura del crustáceo está en crisis, de acuerdo con testimonios de pescadores ribereños y de altamar de Sinaloa.

“Escuchamos las quejas del sector ribereño, que sienten que en las temporadas es menos rentable la actividad. Las cifras oficiales nos dicen que la actividad se mantiene más o menos igual. El volumen de producción de camarón incluso se ha incrementado en años recientes, pero si crece el número de pescadores, hay un punto donde se vuelve incosteable, a ello se suma la caída de los precios del producto a escala internacional, por el aumento de la actividad en otras partes del mundo y el creciente volumen de camarón de acuacultura y encarecimiento de los energéticos. Todo eso hace que se perciba que es menos redituable la actividad, no necesariamente es por baja en las capturas. A lo mejor por pangas, por embarcación es menor cada año. Si aumenta el esfuerzo pesquero regular o irregular el volumen de captura es menor; donde antes capturaba una, ahora lo hacen dos o tres.

El SIAP refiere que aun cuando en 2017 la producción de camarón disminuyó 1.5 por ciento, el volumen conseguido es superior a las 224 mil toneladas conseguidas en 2015”; al principio del sexenio pasado fueron 128 mil toneladas y para 2017, se alcanzaron 222 mil.

Elenes Angulo agregó: el reto es diversificar el esfuerzo pesquero, para que tengan otras opciones productivas con otras pesquerías, y así tener una actividad redituable. Además, ya que hay muchos pescadores de camarón, vamos a empezar a regular y revisar el tema de los permisos”.