El gobierno de Coahuila aseguró que las acciones para atender a los mil 677 integrantes de la caravana de centroamericanos que arribaron a esta entidad el pasado 2 de febrero van más allá del respeto íntegro a los derechos humanos, pues a los migrantes además de seguridad, alimento, atención médica y cobijo se les han brindado ofertas de trabajo temporal, entre otros ofrecimientos.

El secretario de Seguridad Pública de Coahuila, José Luis Pliego Corona, informó que el envío de integrantes de las caravanas a otras localidades del país, como Ciudad Juárez, Chihuahua, fue por la propia decisión de los extranjeros.

El funcionario destacó que en coordinación con los gobiernos federal y municipal, el estatal habilitó en Piedras Negras bodegas industriales como refugio para los mil 677 migrantes que “de manera permanente reciben tres alimentos diarios y se mantienen en el lugar brigadas para salud, incluidas consultas sicológicas. En todo momento, en la atención de la caravana se ha observado la dignidad, seguridad, salud e integridad de todos los involucrados.

Precisó que 386 de ellos salieron del albergue cumpliendo con los trámites regulatorios, con base en su voluntad para ir a otros estados. Otros regresaron voluntariamente a sus países de origen, por lo que 106 han sido apoyados por las autoridades mexicanas para su retorno.

En cambio, indicó, 69 de los migrantes fueron deportados a su país de origen por las autoridades correspondientes al registrar algún antecedente o situación ilegal que exigía este procedimiento. El resto sigue tratando de definir su situación migratoria en próximos días.

En tanto, otro contingente de unos mil centroamericanos cruzaron la mañana de ayer por el estado de México, en el municipio de Naucalpan, donde abordaron transporte público rumbo la frontera del norte del país.

Personal de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y de la Secretaría General de Gobierno, vigilaron el paso de los viajeros, que antes de las seis de la mañana comenzaron a llegar a esta demarcación por la estación del metro Cuatro Caminos.

Como “inaceptable“ calificó Médicos Sin Fronteras (MSF) la acción militar y policiaca que impidió a más de mil 700 migrantes salir de una fábrica abandonada en Piedras Negras, Coahuila.

Exhibió que el pasado miércoles 13 de febrero, junto con colegas humanitarios, buscaron tener acceso a las personas que se encontraban dentro de las instalaciones de la fábrica sin tener éxito.

Es inaceptable el trato recibido por los mil 700 migrantes que han permanecido confinados en Piedras Negras durante más de una semana como si fueran animales o delincuentes, condenó Sergio Martín, coordinador general de proyectos de MSF en México.

Asimismo, expresó preocupación porque las personas que se encuentren aún en las instalaciones de la fábrica tengan acceso limitado a la atención médica; y mostró alarma ante el traslado de los migrantes a otras ciudades inseguras por parte de las autoridades mexicanas.

Sergio Martín informó que el viernes MSF pudo reanudar el trabajo dentro del recinto y ofrecer ayuda psicológica para reducir los síntomas de estrés y ansiedad generados por el confinamiento y la incertidumbre de los traslados.

Informó que la organización monitorea la situación de los traslados para conocer las condiciones exactas de los mismos.