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El interés nacional y el campo Jorge Witker Comercio Exterior, UNAM
De este inventario negativo el campo resalta como uno de los sectores más perjudicados por las políticas públicas precedentes. En efecto, desde el despojo de la propiedad social de 1992, al desmantelamiento de las instituciones de apoyo a los productores medianos y pequeños del agro, se suman los increíbles apoyos y subsidios del Conacyt a las investigaciones e innovaciones de Monsanto y otras transnacionales, referidos a los alimentos transgénicos (Silvia Ribeiro, La Jornada, 02/02/2019). Completan estas falacias los subsidios que se dieron a Cargill por la comercialización de granos que, en forma monopólica, impuso los precios de los granos en el sexenio pasado. Ahora en la tarea de rescatar las políticas públicas para el interés nacional es importante señalar tres anuncios de la nueva administración que cambian cualitativamente, el papel del gobierno y la reivindicación de los campesinos: 1) el decreto que crea el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (DOF 18/01/2019); 2) los precios de garantía y 3) el apoyo integral a la producción campesina. 1. La Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), órgano descentralizado de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), cumplirá las siguientes funciones: 1) coordinar la adquisición de productos agroalimentarios a precios de garantía, en favor de los productores y regiones nacionales; 2) coordinar la importación de productos agroalimentarios, en aquellos casos en los que no se cuente con abasto de los mismos para su distribución; 3) promover la producción, acopio, abasto, distribución, suministro, industrialización y comercialización de alimentos básicos, y de leche y sus derivados, y 4) propiciar la venta, distribución o, en su caso, importación de fertilizantes y semillas mejoradas y cualquier otro producto que pudiera contribuir a los precios de garantía. 2. Con los precios de garantía se busca lograr la autosuficiencia en cultivos básicos como: maíz, arroz, frijol, trigo harinero y leche, con lo cual se atacan las desigualdades en el sistema productivo nacional y se busca recuperar la productividad y el desarrollo social, para cerca de 2 millones de pequeños productores agrícolas, que conforman la mitad de los campesinos postergados por las políticas agrarias anteriores. Estos precios de garantía sobre tales productos intentan incrementar el ingreso de los pequeños productores, los que serán beneficiados cuando posean hasta 20 hectáreas de tierra y estén registrados en el padrón de producción para el bienestar y en el padrón de la propia Sader. 3. Esta política que apoya la seguridad alimentaria y a pequeños productores, está diseñada, para aplicar una política integral del medio rural, en donde, todas las formas productivas, incluyendo ejidos, comuneros y milpas, están presentes, desterrando los apoyos de tipo discriminatorios, que se daban a los grandes productores y comercializadores de granos, acentuando la desigualdad y pobreza del campo mexicano. Como es dable observar, estamos frente a políticas de claro interés nacional, entendido como proceso de crecimiento económico, con equidad y en donde las organizaciones campesinas pasan a ser los interlocutores y destinatarios directos y reales de las políticas de apoyo y fomento agrícola, vigentes en los países avanzados, que asignan a la seguridad alimentaria un papel estratégico, lejos de los fundamentalismos del libre mercado, propio de las manufacturas y servicios.
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