16 de febrero de 2019     Número 137

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


Cuidar los bienes comunes.

La acción colectiva en
pesquerías del noroeste

Dr. José Alberto Zepeda Domínguez   Facultad de Ciencias Marinas. UABC 
Dr. Luis Malpica Cruz  Instituto de Investigaciones Oceanológicas. UABC
Dr. Julio Lorda Solorzano  Facultad de Ciencias. UABC
Dr. Rodrigo Beas Luna  Facultad de Ciencias Marinas. UABC.

Las pesquerías son sistemas socioecológicos importantes para la humanidad; están compuestas por elementos naturales y humanos. En las pesquerías este sistema se compone por los organismos que se pescan, el ecosistema marino, las comunidades de pescadores, y las reglas e instituciones que regulan la pesca. Entre todos estos diferentes componentes existen relaciones difíciles de entender a simple vista. Por ello, para entender la actividad pesquera, no sólo hay que comprender cada uno de estos componentes sino también las interacciones entre ellos.

Las pesquerías aprovechan recursos denominados bienes comunes, es decir que son propiedad de una comunidad. Estos recursos tienen dos características fundamentales, son finitos, se acaban y todos los miembros de la comunidad pueden aprovecharlos. Estos recursos enfrentan el riesgo de que, al ser propiedad de todos, todos los quieran aprovechar pero nadie tome la responsabilidad de cuidarlos. En los últimos 20 años, el número de pesquerías mal aprovechadas ha aumentado 20%. El reto está en buscar estrategias que permitan el aprovechamiento de estos recursos sosteniblemente, extrayendo una fracción de la población, pero dejando los peces suficientes para poder pescar en el futuro.

En los años noventa se desarrolló un tipo de administración que permite el aprovechamiento sostenible de los recursos comunes, las pesquerías entre éstos. Este esquema se basa en la cooperación entre los múltiples involucrados en el aprovechamiento del recurso. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación- la región pesquera mejor administrada del mundo es el Pacífico Oriental Central, de California a Panamá. En el Noroeste de México hay varias pesquerías administradas sosteniblemente. Presentamos dos casos que creemos pueden brindar información que ayude a lograr la sostenibilidad en otras pesquerías.

Por solicitud de los pescadores de la región, en 2012 se establecieron por 5 años las Zonas de Refugio del Corredor San Cosme Punta Coyote en el Golfo de California. Son áreas en las que no se permite pescar. Se logró gracias a la cooperación entre los pescadores de la región, una organización de la sociedad civil y el gobierno mexicano. El objetivo fue generar beneficios para los pescadores y para los ecosistemas de los que ellos dependen. En el 2017 se evaluaron y renovaron por 5 años más porque se encontró que habían generado beneficios socioeconómicos a los habitantes de la región, principalmente porque generaban empleos en actividades económicas que antes no existían y en una mayor aplicación de la ley. Éstos son los primeros refugios pesqueros que se establecieron y renovaron a nivel nacional y cuentan con el apoyo de la gran mayoría de los miembros de la comunidad, los pescadores, las autoridades, los ambientalistas, todos.


Se requieren herramientas innovadoras de conservación y manejo pesquero.

La cooperativa de Buzos y Pescadores de Isla Natividad ubicada en el Pacifico Nororiental, frente a las costas de la península de Baja California, obtuvo una concesión para explotar recursos marinos, como abulones y langostas, hace más de 50 años. Desde entonces, se han empleado prácticas de extracción que promueven la sostenibilidad de recursos marinos en este sistema, incluyendo la rotación de bancos pesqueros y refugios marinos. En 2006, los miembros de la cooperativa construyeron una estrecha relación de cooperación con OSC e instituciones académicas para formalizar y darle seguimiento a una serie de herramientas innovadoras de conservación y manejo pesquero. Estas herramientas incluyen a la comunidad en todos sus niveles de diseño e implementación, como son las: reservas marinas, monitoreo físico, químico y biológico, producción acuícola de juveniles y perlicultura, esfuerzos de repoblamiento y diversificación de sus actividades productivas como el turismo.

En estos dos ejemplos de éxito pesquero en México la planeación e implementación del manejo de los recursos marinos no fue decidido por un solo actor, sino por las comunidades de pescadores, instituciones académicas, organizaciones civiles y el gobierno. Esto hace que los usuarios inmediatos de los recursos estén involucrados en la toma de decisiones, que se utilice la información y conocimientos científicos más actualizados y las regulaciones sean las adecuadas. Esta estrategia de manejo de los recursos pesqueros puede hacer que estos sistemas socioecológicos enfrenten mejor los embates de este mundo cambiante y globalizado.

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