Por el desmonte en el predio donde se proyectó construir la refinería Dos Bocas, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) demandará penalmente ante la Fiscalía General de la República a quien resulte responsable por la destrucción de la vegetación natural sin contar con autorización y por afectar manglar, ilícitos que están contemplados en el Código Penal Federal, informó Gustavo Alanís Ortega, director de dicha organización.

El ambientalista explicó que la denuncia se presentará tentativamente el próximo mes.

En noviembre pasado el Cemda presentó una denuncia popular ante la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA), en contra de quien resultara responsable, tanto en Petróleos Mexicanos (Pemex), como en la compañía SCCA u otras personas, por haber realizado desmonte de vegetación en el municipio Paraíso, Tabasco, sin contar con la autorización de cambio de uso de suelo forestal ni con la autorización de impacto ambiental correspondientes.

Alanís Ortega recordó que esa denuncia confirmó el desmonte ilegal, pues el 24 de enero pasado la ASEA impuso medidas compensatorias en materia forestal y de impacto ambiental a la empresa responsable, la que tuvo que pagar más de 13 millones de pesos y determinó la obligación de que establezca un programa de reforestación de mangle en 82.8 hectáreas y de preservación de flora y fauna silvestre.

El titular del Cemda expuso que aunque el desmonte ocurrió durante la administración anterior, es evidente que hubo algún tipo de acuerdo, entre los gobiernos saliente y entrante, porque ¿quienes eran los interesados en el proyecto? El predio es de Pemex, ¿quién deja entrar a alguien a cortar el pasto a su casa si no le da permiso?

Añadió que sobre lo que ocurrió quedan muchas preguntas por contestar. No sabemos si hubo un contrato, cuánto le pagaron a la empresa, si licitaron ese tipo de trabajo, todo eso tiene que salir a la luz.

Alanís expuso que los proyectos del nuevo gobierno son más que bienvenidos, pero el tema es que cumplan con los procedimientos legales, y ahí es donde les está fallando.

Destacó que hay mucha prisa, mucha velocidad, mucho acelere, y eso les está haciendo incurrir en omisiones y en violaciones a la legislación.

Consideró que es un pésimo precedente, una muy mala señal de cómo se perfila que el gobierno quiera hacer las obras en adelante. El primero que tiene que dar el ejemplo de cómo hacer las cosas es el gobierno. Si hablamos de un cambio no puede violar la ley, lo que está en juego es la legalidad, el estado de derecho.

Dijo que en temas como las refinerías, el Tren Maya y los demás proyectos, mi sugerencia a la nueva administración es bajarle a esa prisa, si no, ellos se van a convertir en su propio enemigo.