Jueves 14 de febrero de 2019, p. 7
En el país, hasta 20 por ciento de los niños de dos a cuatro años tienen deficiencias en el lenguaje y de motricidad fina (manipular objetos pequeños, hacer trazos), los cuales superan cuando participan en actividades de estimulación temprana, como las que realizan en estancias y guarderías, afirmó Antonio Rizzoli, jefe de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Hospital Infantil de México Federico Gómez.
El especialista comentó sobre los resultados de la evaluación que realizó a los niños que asisten a las estancias infantiles, primero en una fase piloto en Baja California y Campeche, y luego a escala nacional con tres evaluaciones semestrales, la más reciente en noviembre pasado.
Desde el primer ejercicio se observaron cambios en el desempeño de los menores en habilidades de motricidad gruesa (correr, caminar, saltar) y fina, así como en el lenguaje, social (convivencia) y conocimiento.
En entrevista, Rizzoli comentó que en los primeros seis meses de asistencia a las estancias, en 72.5 por ciento de los niños se encontró que, en general, su desarrollo neurológico estaba acorde con su edad. A los 12 meses el porcentaje subió a 84.6 y después de dos años fue de casi 90 por ciento.
Al explorar por áreas, se encontró que en lenguaje y motricidad fina están los principales desafíos para mejorar el desempeño de los infantes y colocarlos en una posición favorable para su desarrollo futuro.
En motricidad fina se descubrió que, en promedio, 82.5 por ciento de los niños realiza actividades acordes con su edad. Rizzoli destacó la importancia de esta área, porque es la base para la escritura que deberán aprender años después. El problema es que la mitad de las entidades se ubicaron debajo del promedio y destacaron Nayarit y Querétaro con apenas 70 por ciento de sus niños, cuya motricidad fina estaba acorde con su edad.
En tanto, 92 por ciento de los pequeños con dos o más años de asistencia a las estancias tienen un lenguaje acorde con su edad, aunque en la revisión de datos por entidad se encontró que en los niveles más bajos, con 88 por ciento, estaban Campeche, Tamaulipas y Querétaro.
Rizzoli explicó que en 2013 se iniciaron acciones para atender el desarrollo neurológico de los niños, con un modelo de atención integral diseñado por el DIF. Con base en los datos del primer estudio se hicieron recomendaciones.