La rebaja que hizo Fitch Ratings esta semana en la calificación de la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) no necesariamente se trasladará a las obligaciones emitidas por el gobierno federal, aseguró ayer la firma financiera.

No, no necesariamente, expresó Charles Seville, analista de Fitch, en una conferencia telefónica cuando se le preguntó si una nueva rebaja de un escalón de la calificación de Pemex podría llevar a una disminución en la nota de la deuda emitida por el gobierno mexicano.

No veo que una rebaja en la calificación de Pemex, como la que acabamos de tener, implique necesariamente una disminución en la calificación soberana, añadió.

Fitch rebajó el martes pasado la calificación de la deuda emitida por Pemex en dos escalones, aunque todavía se encuentra dentro de su categoría de grado de inversión. La medida debilitó el peso y avivó temores de que nuevas rebajas por ésta u otras agencias calificadoras pudieran aumentar significativamente el costo del financiamiento de Pemex y provocar graves consecuencias fiscales para el gobierno.

Pemex tiene una deuda financiera de aproximadamente 106 mil millones de dólares, la más alta de todas las compañías petroleras estatales de América Latina.