Viernes 25 de enero de 2019, p. 15
Desde distintos sectores, especialistas, académicos, organizaciones sociales y hasta el Instituto Nacional Electoral (INE) se pronunciaron sobre el conflicto que vive Venezuela y su impacto en México.
Para Mario Ojeda Revah, académico del Centro de Investigaciones Sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la posición de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no ha sido determinante, pero celebró que el gobierno mexicano no haya tomado una postura precipitada.
“Es una visión añeja de la política exterior; se tiene que hacer un llamado al diálogo a las partes en conflicto. La Doctrina Estrada no está grabada en piedra, pues la ‘no intervención’ tiene sus límites, más cuando se violan las garantías individuales”, indicó el especialista.
Advirtió que si se suscitara una intervención armada de fuerzas foráneas, como las de Estados Unidos o Brasil, el hecho puede acabar en un conflicto mayúsculo, con repercusiones incluso globales.
Fernando Neira Orjuela, del mismo Centro de Investigaciones, se pronunció porque, en lugar de una posición ambigua, el papel de México sea de mediador, junto a la Unión Europea, en busca de nuevas elecciones en el país sudamericano.
Sobre un posible proceso electoral en ese país, el INE podría participar siempre y cuando Venezuela lo solicite o haya un acuerdo con organismos multilaterales, dijo ayer Lorenzo Córdova, presidente consejero del órgano electoral. También, agregó, podría ofrecer asesoría técnica y capacitación.
Otras posturas se inclinan por pedirle al gobierno mexicano ser más enérgico y condenar a quienes han desconocido al gobierno de Nicolás Maduro.
Este es el caso de organizaciones sociales y populares que forman parte de la Coordinadora Mexicana de Solidaridad con Venezuela, que pide que México lidere un grupo de intervención.