El 25 de octubre de 1988 un grupo de jesuitas preocupados por el contexto de opresión que se vivía en México fundó el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

Como cierre de los festejos de esta efeméride, la tarde de ayer se inauguró en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM la exposición Centro Prodh: 30 años que marcan la lucha y los retos de los derechos humanos. Hasta que la dignidad se haga costumbre.

Con una delicada curaduría, las imágenes muestran parte de los 30 años de historia de esta organización civil, una de las más reconocidas tanto en México como a escala internacional, gracias a la trascendencia en su acompañamiento a casos emblemáticos de violaciones a las garantías fundamentales.

El director fundador del Centro Prodh resumió su relevancia a tres décadas de distancia: Es la obra de derechos humanos de los jesuitas en México.

Desde la incansable lucha de los familiares de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa desaparecidos de manera forzada aquella noche del 26 de septiembre de 2014, hasta un grupo de siete zapatistas que obtuvieron su libertad en 1997 –tras su injusto encarcelamiento en una prisión de Yanga, Veracruz– gracias al trabajo de la abogada Digna Ochoa, cuyas causas de su violenta muerte siguen siendo una incógnita.

La exposición se basa en imágenes de archivos de varios medios y agencias, entre ellos La Jornada, así como portadas informativas con trascedentes alcances en varios casos acompañados por esta organización civil.

Abusos del presente y del pasado contra campesinos, indígenas, gente pobre, sin recursos, estudiantes y luchadores sociales. Ellos son los protagonistas de los 30 años de historia del Centro Prodh. En palabras del director de la organización, Mario Patrón: Está exposición busca honrar a esas mujeres y esos hombres.

La muestra se exhibirá en este espacio universitario hasta el 25 de marzo. Posteriormente se pretende que sea "itinerante" y visite varios puntos de la República.