México no participará en el desconocimiento del gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y solicitó a los venezolanos y a la comunidad internacional encontrar soluciones pacíficas a sus diferencias, así como reducir tensiones para evitar una escalada de violencia que pueda agravar la situación del país sudamericano.

Por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la administración de Andrés Manuel López Obrador argumentó que, en apego a los principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de controversias internacionales, igualdad jurídica de los estados, respeto, protección y promoción de los derechos humanos y de lucha por la paz y la seguridad internacionales, México no participará en el desconocimiento del gobierno de un país con el que mantiene relaciones diplomáticas.

La mayoría de los países del continente americano, encabezados por el gobierno de Donald Trump, desconocieron el segundo mandato de Maduro al considerarlo un dictador y respaldaron al líder opositor, Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente encargado.

México se unió a Cuba, Bolivia, Uruguay, España y Portugal que reconocen a Maduro.

En un posicionamiento conjunto, México y Uruguay instaron de manera urgente al gobierno de Maduro, a la oposición encabezada por Juan Guaidó y a la comunidad internacional a encontrar una solución pacífica y democrática frente al complejo panorama que enfrenta Venezuela.

Para alcanzar ese fin, ambos países propusieron un nuevo proceso de negociación incluyente y creíble, con pleno respeto al estado de derecho y los derechos humanos.

Sobre el tema, el vocero del presidente López Obrador, Jesús Ramírez Cuevas, aseguró que no hay cambio en las relaciones diplomáticas con esa nación y que han establecido contacto con países de la región, con la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos.

Mientras tanto, frente a la sede de la embajada de Venezuela en México, unas 200 personas –entre mexicanos e integrantes de la comunidad venezolana de oposición– se manifestaron con pancartas y banderas contra Maduro.

La postura de México generó reacciones encontradas. El PRI, por conducto de la ex canciller Claudia Ruiz Massieu, dijo que México debe exigir que en Venezuela se asegure la restauración de la democracia y el cabal respeto a los derechos humanos de todos sus ciudadanos.

En un comunicado, el tricolor hizo un llamado a Maduro y a la oposición venezolana a abstenerse de acciones que puedan conducir a la violencia y el derramamiento de sangre en el hermano país.

Mientras tanto, PAN, PRD y Margarita Zavala, ex candidata presidencial independiente, dieron su reconocimiento a Guaidó, quien se autoproclamó mandatario, y pidieron al gobierno de México que deje de respaldar a Maduro.

Al respecto, el presidente del Senado, Martí Batres, advirtió que la política exterior mexicana debe ser apegada a los principios que manda la Constitución, la cual no autoriza a tener injerencia o intervenir en otros países.