Jueves 24 de enero de 2019, p. 2
París. Entre las hormigas obreras no hay capataz alguno. Estos insectos construyen sus senderos sin recibir ninguna consigna y sin intercambio de información que valga, según un estudio publicado este miércoles en la revista Proceedings, de la Real Sociedad B.
Es sorprendente, porque los comportamientos colectivos suelen organizarse a través de la comunicación
, explicó Thomas Bochynek, de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, uno de los autores del estudio.
Las hormigas son insectos sociales y se considera que poseen una verdadera inteligencia colectiva.
La construcción de los caminos que emplea la colonia para llevar alimentos hasta el hormiguero requiere miles de obreros, según el estudio.
Cada colonia puede despejar hasta tres kilómetros de caminos por año, invirtiendo hasta 11 mil horas de trabajo anual.
Tal organización (o, más bien, falta de ella) permite ahorrar energía, pues comunicar, ya sea por contacto o mediante feromonas (que hay que producir, almacenar y segregar), genera un gasto energético, precisa Thomas Bochynek.