Miércoles 23 de enero de 2019, p. 18
Para el cultivo de plantas de café robusta que la empresa Nestlé requiere para la fábrica que instalará en Veracruz se corre el riesgo de que se utilicen los subsidios que el gobierno federal aplicará al programa Sembrando Vida, con el cual se pretende reforestar un millón de hectáreas en el país con la siembra de árboles maderables y frutales, y cuya primera etapa comenzará este año con 550 mil hectáreas y 220 mil campesinos de comunidades de ese estado, Chiapas, Tabasco y Campeche.
La advertencia fue hecha por dirigentes de organizaciones cafetaleras, quienes explicaron que las plantas de café robusta –de menor calidad y más barato que la variedad arábiga, que ha dado prestigio mundial a México como país cafetalero– alcanzan cuando mucho 2.5 metros de altura, pero las autoridades veracruzanas han llegado a mencionar que miden hasta 10 metros y servirán para la reforestación.
¿Acaso pretenden hacer pasarlas como reforestación para sacar subsidios?
, cuestionó Fernando Celis Callejas, asesor general de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras. En el gobierno de Veracruz dan por hecho que van a tener subsidios federales
, puntualizó.
Ese grano no es rentable
Explicó que producir café robusta no es rentable para Nestlé ni para México, porque es más barato importarlo, dada la sobreproducción mundial de esa especie, pero la trasnacional pretende que las autoridades subsidien la producción de 80 mil hectáreas de robusta para abastecer su nueva planta.
En su conferencia de prensa de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la inversión de Nestlé por 154 millones de dólares, negó que afecte a los caficultores y rechazó que se hayan recortado 55.74 por ciento los recursos para el sector, como quedó asentado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, al pasar de 783.4 millones de pesos a 346.7 millones.
Arturo García, vicepresidente del Sistema de Producto Café en Guerrero, lamentó que el mandatario no acabe de entender
la crisis que afecta al sector ni tampoco el riesgo que implica fomentar el cultivo de café robusta, porque perjudicará a la mayoría de los productores que siembran arábiga.