Martes 22 de enero de 2019, p. 8
La Habana., El sonido introductorio del bajo delata la canción: Billie Jean, de Michael Jackson. Pero el rasqueteo de un güiro le cambia el ritmo. Los tambores y trombones anuncian que viene la salsa. La audiencia enloquece. Es el 34 Festival de Jazz de La Habana.
El que hizo saltar al público del Teatro Nacional es Tony Succar, quien convenció a Sony Music y a Universal Music Group de que podía mantener la esencia del Rey del Pop en un tributo latino llamado Unity.
“Unity es un tributo a Michael Jackson que se me ocurrió comenzar un año después de que él falleciera. Pero yo no tenía los contactos en la industria, era simplemente un estudiante”, cuenta Succar, de 32 años, nacido en Perú pero radicado en Miami desde muy niño.
La producción fue atrevida. Smooth Criminal y I Want You Back son salsa dura. Pero Earth Song está compuesta en ritmo de landó afroperuano, con cajón e instrumentos andinos de viento. Grabó en 2015 y luego fue a pelear por la licencia.
“Me negaron todo, pero al fin tuve que ir personalmente a la oficina del productor John Branca y dejarle una carta con el disco y decirle ‘mira esto, es un proyecto orgánico, pero quiero que lo escuches aunque no me des la licencia’”, cuenta a Afp.
“Después de tres semanas me dijeron: ‘Tony, me encantó, te mereces la licencia’”, explica.
De padres peruanos y músicos, Tony hace salsa, jazz y pop con ritmos afrolatinos. Empezó tocando piano y luego se dedicó a la percusión. La grabación de Unity contó con artistas latinos de trayectoria, como Tito Nieves, La India y Jon Secada.
Tres toques de baqueta y luego el platillo. Es hora de Smooth Criminal con una descarga de timbales a cargo de Tony, quien parece entrar en éxtasis con cada nota que le saca a sus instrumentos. El público baila entre los asientos del teatro.
En su banda tiene como vocalistas a Jean Rodríguez, hermano menor del cantante Luis Fonsi, y a Ángel López, ex cantante del grupo Son By Four.
En tanto, la cantante británica Joss Stone, el pianista español Jordi Sabatés, el baterista Dennis Chambers y el bajista Jeff Berlin, estos dos últimos estadunidenses, son algunas de las figuras que animan esta tradicional cita jazzística.
Pocos lugares en el mundo, salvando los gigantescos North Sea Jazz Festival y otros similares, se pueden dar el lujo de ofrecer tantos escenarios simultáneos y durante tantos días como el Jazz Plaza
, dijo a Xinhua el periodista y crítico de jazz José Dos Santos.
Por su parte, el pianista cubano Roberto Fonseca, quien asumió la dirección artística de este festival, destacó la asistencia de más de 100 músicos extranjeros procedentes de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Italia, Mali, Reino Unido y Uruguay, entre otros.
Entre otros, tuvo muy buena acogida la reaparición de Las Maravillas de Mali, grupo formado en Cuba en la década de los 60 por estudiantes africanos y reconformado hace dos años.
Organizado por el Centro Nacional de Música Popular, el festival rinde homenaje a músicos cubanos, como el legendario Benny Moré (1919-1963), el Premio Nacional de Música en 2018 Jesús Gómez Cairo y las populares orquestas Aragón y Los Van Van