Dirigentes de asociaciones cafetaleras criticaron que el gobierno de Veracruz pretenda modificar la ley para facilitar la inversión de Nestlé por 154 millones de dólares para instalar una planta de café soluble en ese estado, por lo cual requiere la variedad robusta, más barata y de menor calidad que la arábiga, que ha dado prestigio mundial a México.

Es subordinar el Estado a los intereses de una empresa. Nestlé pretende que el gobierno se haga cargo de los costos de producción, que pueden ser superiores a su inversión, sobre todo por las consecuencias sociales. Ese proyecto es un error porque afecta a todos los productores del país; el café soluble lo mezclan con mucha azúcar y saborizantes artificiales, desplazando al tipo arábiga, advirtió Fernando Celis, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras.

Arturo García, vicepresidente del Sistema de Producto Café en Guerrero, sostuvo que con el apoyo a Nestlé el gobierno federal incumple y contradice el plan para el sector cafetalero que esbozó en el Proyecto Alternativo de Nación. Además de que recortó en más de 50 por ciento el presupuesto anual para el sector en este año, los recursos se dispersan en varios rubros, por lo que no queda claro el monto de recursos que realmente llegarán a los cafeticultores, agregó.

El Congreso de Veracruz modificará la legislación local para que pueda concretarse el proyecto de Nestlé, anunciado el 18 diciembre pasado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, afirmó el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, Eduardo Cadena Cerón, en una entrevista con la corresponsal de este diario, Eirinet Gómez.

Parece que hay funcionarios de Veracruz demasiado interesados en el proyecto de Nestlé. Están subordinando la política cafetalera a los intereses de esa trasnacional, pese a la oposición que han manifestado organizaciones cafetaleras. Si Nestlé quiere que se produzca la variedad robusta, el gobierno y los diputados estatales no deberían involucrarse ni promoverlo, mucho menos ajustar la ley al contentillo de una empresa; parecen sus empleados. Además dicen que no habrá subsidios, pero al mismo tiempo hablan de apoyar a los productores que siembren robusta, con fertilizantes, fungicidas y asesoría técnica, aseveró Celis.

Las autoridades siguen sin entender que hay sobreproducción de café en el mundo, provocada sobre todo por el incremento de la variedad robusta, que ha desplomado el precio del grano, sin importar su variedad; a la fecha, los caficultores mexicanos reciben apenas la mitad por su cosecha de lo que desembolsan en los costos de producción, dijeron los líderes cafetaleros.