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7 de abril de 1971 La muerte de Josina Machel Isabel Maria Cortesão Casimiro
Aunque son muy eficientes en el campo militar, la contribución de las mujeres se ha revelado más en el campo político. (...) A este respecto, subrayamos que el éxito de la revolución depende de los esfuerzos combinados de todos nosotros, nadie puede ser dispensado, y así el papel tradicionalmente “pasivo” de la mujer debe cambiar, de modo que sus capacidades puedan ser utilizadas al servicio de la revolución. Se alienta a las mujeres a hablar, a expresar su opinión en las reuniones, a participar en los comités, etc. Aquí se enfrentan a menudo con la tarea difícil de luchar contra viejos prejuicios que dicen que las funciones de las mujeres son solo cocinar, cuidar de la casa, de los hijos y poco más. Josina Machel falleció el 7 de abril de 1971 en Tanzania, a menos de dos años de haberse casado con Samora Moisés Machel. Un mes antes había viajado a la provincia de Cabo Delgado con un programa del área de Asuntos Sociales de la Mujer, de la que era la responsable. Se quedó muy enferma en esta misión y se vio obligada a aceptar ser llevada a un hospital en Tanzania. Tenía el hígado prácticamente deshecho. La 5ª Sesión del Comité Central del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), celebrada en diciembre de 1972, proclamó el 7 de abril ‘Día de la Mujer Mozambicana’. Es la primera mujer heroína en la lucha armada de liberación nacional en Mozambique y también después de la independencia nacional, proclamada el 25 de junio de 1975. Josina Abiatar Muthemba, nació en Inhambane, donde sus padres estaban de misión, el 10 de agosto de 1945. Es parte de una familia de rebeldes nacionalistas contra el fascismo colonial portugués; algunos de sus miembros fueron detenidos y asesinados. Su abuelo combatió durante la I Guerra Mundial contra el imperialismo alemán y su tío Mateo Sansón Muthemba, miembro del Comité Central (CC) de FRELIMO, fue asesinado en Dar-es-Salaam en 1968, durante uno de los periodos de la lucha de liberación nacional (Zimba, 2013: 284-294). Acompañando los cambios de residencia de los padres por motivos profesionales, Josina estudió en Porto Amélia (Pemba) y más tarde en Manica y Sofala. Continuó sus estudios en Maputo a partir de 1956, habiendo frecuentado la Escuela Comercial hasta el 4º año. Fue miembro del NESAMO -Núcleo de los Estudiantes Secundarios Africanos de Mozambique-, donde participó en acciones clandestinas diversas contra el colonialismo. Josina Machel llegó a Dar-es-Salaam, Tanzania, el 8 de julio de 1965 para unirse a FRELIMO, después de dos intentos fallidos de apresarla por parte de la PIDE. La primera ocurrió en 1962 en compañía de otros militantes. El grupo fue interceptado y arrestado en Victoria Falls, en Zimbawe, al intentar huir. Josina fue detenida, sometida a presiones y amenazas durante meses. Después de unos dos años en prisión y debido a una campaña internacional de solidaridad con los presos políticos, Josina fue liberada (Zimba, 2013: 284-294). El segundo intento de fuga, con varios compañeros y su hermana, se da a través de Swazilandia y camino de Sudáfrica, en 1965. El grupo fue arrestado a su llegada al Protectorado de Bechuanalandia (actual Botswana) y permaneció 13 días en prisión. Fue el primer presidente de FRELIMO, Eduardo Chivambo Mondlane, quien, a través del Comité de las Naciones Unidas de Apoyo a los Refugiados, logró que el grupo fuera llevado a Tanzania. Una vez en Tanzania e integrada al FRELIMO, fue a Songea, en agosto de 1965, a trabajar con un grupo de mujeres del Niassa, algunas de ellas cuales del primer Destacamento Femenino (DF) de esa provincia. El DF fue creado por FRELIMO en octubre de 1966, aunque un grupo de mujeres había solicitado desde 1965 la realización de entrenamientos militares para proteger las áreas bajo su responsabilidad. En las palabras de un miembro del Destacamento: “Josina nos movilizaba… Ella… daba coraje a las mujeres” (entrevista a Lúcia Bala, Niassa, 17/09/17). En 1968, se trasladó a Cabo Delgado, donde permaneció hasta julio, participando como delegada en el II Congreso de la FRELIMO, realizado en Matchedje. En abril de 1969 es designada jefa de sección de Asuntos Sociales de la Mujer, en el Departamento de Relaciones Exteriores. Se casa con Samora Machel, jefe del Departamento de Defensa de FRELIMO el 4 de mayo de 1969. Samora Machel asume el cargo de presidente de FRELIMO un año después, en mayo de 1970, tras el asesinato de Eduardo Mondlane el 3 de febrero de 1969. En el área de Asuntos Sociales de la Mujer, realizó una larga marcha por la provincia del Niassa, iniciada el 28 de septiembre de 1970, donde, entre varios objetivos, trabajó en la organización de guarderías y leprosarios. Además de su intenso trabajo en el área social con mujeres y niños, vinculado al desarrollo de guarderías y su estructura organizacional, consagró una importante contribución a la lucha por la unidad nacional, movilizando, sensibilizando y trabajando en diversos temas relacionados con las mujeres y los niños. Entre 1965 y 1971 se hizo conocida por las combatientes del DF y los militantes vinculados con el trabajo en el área social, así como por las poblaciones, sobre todo en las provincias de Cabo Delgado y Niassa. “Ahora Josina Machel era un hombre. Muy bonita, activa, ella era una mujer estudiosa, fuerte y valiente. A veces ella dormía conmigo. Tenía que mantener contacto porque ella es la que abrió la guardería de Msawize y yo tenía que mandarle cartas para decir que hacían falta frijoles, harina, leche, arroz, sal ... y ella mandaba dos coches con aquellas cosas... Josina podía ser presidente de este país” (entrevista a Helena Baide Momade, DF, Niassa, 15 y 16 de septiembre de 2017). Josina es recordada hoy como heroína. Sus camaradas y militantes del Frente y del partido Frelimo, integrantes del DF y de la Organización de la Mujer Mozambicana (OMM), creada en la I Conferencia de la Mujer Mozambicana, en Tanzania entre el 4 y el 16 de marzo de 1973, recuerdan su coraje, la osadía y la perseverancia, su militancia y entrega a las causas sociales, a la creación y estructuración de las guarderías. Cada año el 7 de abril, Día de la Mujer Mozambicana, se celebra en Mozambique con la colocación de coronas de flores en la Plaza de los Héroes, con charlas y debates y actividades culturales diversas. El Día de la Mujer Mozambicana cierra el Mes de la Mujer, que tiene su inicio en el Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo. “Nuestra experiencia ha demostrado que las mujeres, podemos realizar este trabajo de movilización y educación mucho mejor que los hombres, por dos razones: primero, es mucho más fácil para nosotras acercarnos a las otras mujeres, y según los hombres, se ve más fácilmente el papel importante de las mujeres cuando tienen frente a ellas mujeres militantes y capaces, que son el ejemplo vivo de lo que ellas predican. Además, nuestras actividades se dirigen también a los hombres, y la presencia de mujeres con armas es un elemento muy importante para la movilización de los hombres: se avergüenzan y no se atreven a rechazar lo que las propias mujeres están haciendo” (Machel, 1970: 13-14). Hemos preguntado a algunas jóvenes cómo ha sido apropiada su imagen y ejemplo junto a las generaciones que no vivieron el fascismo colonial, la lucha armada, pues nacieron después de 1975. Quisimos saber cuál es la representación de su vida entre grupos más jóvenes. Oímos que la generación de la lucha contra el colonialismo y la lucha armada de liberación nacional no ha pasado el testimonio y dialogado con las más jóvenes. “Los movimientos institucionalizados fracasaron porque no consiguieron retener y movilizar a las personas, se quedaron sólo en una generación. ¿Quién es OMM? ¿Quién está allá? ¿Por qué? Las mujeres allí se consideran emancipadas, porque salen y trabajan, pero tal vez después de eso no dividen las tareas igual, etc. Creo que ellas tuvieron su causa, la historia dice que ellas tuvieron la causa de ellas, y si lucharon por la causa perdieron la esencia. (...) En un contexto de guerra las normas sociales cambian. Y creo que en ese contexto los hombres aceptaron que ellas fueran tan hombres como ellos, y la presencia de esas mujeres en esos espacios tuvo el mismo valor. Pero se casaron entre ellos y después de la guerra volvieron a las normas antiguas. Creo que para ellas tampoco fue fácil esa negociación, tipo, yo soy comandante, pero en casa estoy sumisa, etc.” (entrevista a Eliane Nzualo, Maputo, 18/06/2017). “Pachinuapa, Josina Machel… no son mis referentes de lucha, no son mis heroínas o ídolas, nunca lo fueron. Sólo ahora me pregunto ¿y las mujeres en la lucha? (...) No tengo conocimiento sobre ellas, sé muy poco sobre la participación de las mujeres en la lucha armada, sé que lo que los libros dicen que ella fue nuestra heroína, luchó y fue esposa del presidente Machel y que el 7 de abril se debe a que Josina murió. Asumo que se enfrentaron a un sistema mucho más cerrado que el nuestro. Si hoy todavía hay separación de espacios, ¡imagina participar de la lucha y hoy ser prácticamente invisibles!” (entrevista a Géssica Macamo, Maputo, 04/12/2017). “Todo lo que sé sobre la participación de las mujeres en la lucha armada es lo que se cuenta en la escuela y he venido a descubrir más cosas hasta ahora. Hoy tengo versiones que creo más realistas. Lo que sé de la mujer de la lucha armada es que aquellas que creyeron que la causa les era válida, lo dejaron todo, y huyeron allí para formarse. Yo creo, ya es toda mi imaginación y mi feminismo, que incluso para que salgan de casa no fue fácil, que colocarse codo a codo con los hombres y tomar las armas tampoco fue fácil” (entrevista a Luisa, Maputo, 18/06/2017). El artículo forma parte del proyecto:
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