Opinión
Ver día anteriorDomingo 13 de enero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Vinos, quesos y puros
E

l estado de Querétaro está lleno de gratas sorpresas. Ya hemos hablado de su prodigioso Centro Histórico, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996. También escribimos acerca del fascinante recorrido por la Sierra Gorda, al visitar las misiones franciscanas, primorosas joyas barrocas plenas de colorido.

En las recientes vacaciones de fin de año hicimos la ruta del queso y el vino por los rumbos de Tequisquiapan y nos encontramos con un atractivo inesperado: la Real Fábrica de Tabaco.

Es poco conocido que durante el siglo XVIII Querétaro tenía fama por su producción de lana y por su industria tabacalera. A finales de esa centuria en la capital del estado se estableció la Real Fábrica de Trabajo de San Fernando, que se convirtió en la segunda planta de tabaco más importante de la Nueva España.

Ahora, un grupo de jóvenes empresarios revive la idea y crean la Real Fábrica de Tabaco de Cházaro, en el municipio de Ezequiel Montes. La brillante arquitecta Laura Juárez Meade diseñó unas bellas instalaciones contemporáneas con los materiales y la vegetación de la zona.

La primera parte del proyecto ya está en pleno funcionamiento y se puede visitar para conocer la técnica tradicional para elaborar puros hechos a mano.

En una amplia sala se despliegan las mesas de madera sobre las que los hábiles artesanos enrollan los puros. Sabrosos aromas de tabaco envuelven el aire, donde, si se anima, le permiten vivir la experiencia de crear su propio puro.

Se utiliza el mejor tabaco negro de San Andrés de Tuxtla, Veracruz, y son elaborados de manera totalmente artesanal con técnicas ancestrales.

Las instalaciones que rodean el amplio patio con un espejo de agua y bellos rincones con plantas de la región, invitan a sentarse en cómodos equipales a admirar la deslumbrante arquitectura y fumarse un buen purito. Los puede adquirir en la tienda en sus diversas presentaciones: los hay pequeños y delgados, para señora, o caballero: parco, gruesos y super gruesos, como los que fumó Fidel Castro.

Se ubica en el kilómetro 42 de la carretera federal 120 San Juan del Río-Xilitla, enfrente de las cavas Vive de Freixenet, famosas por la elaboración de vinos a través del método champenoise –los que conocemos como vinos espumosos–. La temperatura de los burbujeantes caldos se cuida en impresionantes cavas que se encuentran a 25 metros de profundidad.

De ahí nos trasladamos a la casa vitivinícola De Cote, interesante experiencia que permite conocer cómo se cultiva un viñedo y degustar sus frutos en la forma de buenos vinos. Junto a las cepas, un huerto de olivos hace bello contraste con las vides.

Se pueden visitar las bodegas y conocer el proceso de elaboración y añejamiento y, como remate, comer en el amplio restaurante que tiene una agradable terraza desde donde se aprecia una vista panorámica de los viñedos y al fondo la silueta de las montañas y la Peña de Bernal.

La comida es exquisita con recetas muy originales del chef Adán Flores Sánchez, discípulo del famoso Enrique Olvera, chef de Pujol, considerado la máxima figura gastronómica del país. Flores crea sus recetas de acuerdo con los productos locales de temporada y conjuga extraordinariamente la cocina tradicional mexicana con la de ultramar. Entre sus platos estrella: las croquetas negras y el pork belly con puré de manzana y jengibre. Por supuesto, se acompañan con vinos de la casa; varios de ellos han recibido premios internacionales.

Después de comprar algunas botellas fuimos a conocer fábricas de quesos en las cercanías: en la Biquette elaboran artesanalmente deliciosos quesos de cabra tipo francés. También ofrecen yogur y crema. La última parada fue en Flor de Alfalfa, empresa familiar ciento por ciento mexicana que elabora quesos con leche pura de vacas Jersey, libre de hormonas, antibióticos y conservadores artificiales. Todos los procesos son amigables con el medio ambiente.

Un día maravilloso por las bellas tierras queretanas.