Londres. Miles de personas, muchas con el chaleco amarillo que distingue a las protestas cívicas en Francia, secundaron este sábado en el centro de esta ciudad la doceava jornada de protestas contra el gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, a quien acusaron de romper el país con sus políticas de austeridad y sus planes sobre el Brexit, por lo que también reclamaron elecciones generales anticipadas.

La manifestación discurrió con calma hasta Trafalgar Square al ritmo de tambores y gritos. En las pancartas predominaban consignas contra el gobierno conservador, como El Reino Unido está roto. Elecciones generales ahora, lema de la movilización, o May debe irse.

Para mi es una marcha contra la austeridad. Simplemente nos han crucificado, comentó Delia Hazrati, una empleada en el sector sanitario en Whitstable, sur de Inglaterra.

Algunos chalecos amarillos, como Erick Simon, de 57 años, viajaron desde Francia para unirse a la marcha de Londres.

Los firmantes denuncian la parálisis en la actividad gubernamental mientras la “primera ministra no puede asegurar el apoyo de su partido ni del Parlamento a su acuerdo del Brexit (combinaciones de palabras en inglés que refieren a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea)”.

La marcha la convocó la organización de izquierdas, Asamblea popular contra la austeridad, que cuenta con el respaldo del sector sindical, diputados del opositor Partido Laborista, otros colectivos, así como activistas e intelectuales progresistas, que van desde la líder adjunta del Partido Verde, Amelia Womack hasta el cineasta Ken Loach.

Esta movilización también sirvió para expresar su apoyo a los chalecos amarillos, movimiento cívico y sin líderes que protesta desde 17 de noviembre pasado en Francia contra la políticas económicas y reformas laborales impuestas por el gobierno del presidente Emmanuel Macron.

La tensión política es muy alta en Gran Bretaña por el debate sobre este tema, debido a que el acuerdo del Brexit, aprobado por los líderes comunitarios en noviembre pasado, se someterá al veredicto del Parlamento el próximo martes.

Las previsiones apuntan a una derrota del gobierno, que forzará a May a mostrar su plan alternativo, más suave, del Brexit el 21 de enero a más tardar.