Milán. El nivel de hambre continúa siendo preocupante en unos 60 países, según un índice mundial realizado por las organizaciones no gubernamentales (ONG) Concern Worldwide (irlandesa) y Welthungerhilfe (alemana).

En 51 países se encuentra en nivel grave o alarmante (es el caso de Chad, Yemen, Madagascar, Zambia y Sierra Leona), y extremadamente alarmante en República Centroafricana, según un informe que la organización humanitaria italiana Cesvi presentó en Milán.

Las ONG expresaron su preocupación por la situación de siete países (Somalia, Burundi y Siria, entre otros), en los que sólo pudieron recabar datos parciales.

En total, 124 millones de personas padecen hambre aguda en el mundo y unos 151 millones de niños enfrentan retraso en el crecimiento.

Pese a esos datos preocupantes se registró una mejora: entre 2000 y 2018 el índice mundial de hambre, realizado este año en 119 países, retrocedió de 29.2 a 20.9.

Se constataron avances en Angola, Etiopía, Ruanda, Sri Lanka y Bangladesh, principalmente.

Pero de los 79 países en la clasificación que presentaban un nivel de hambre moderado, grave, alarmante y extremadamente alarmante, sólo 29 alcanzarán el objetivo de cero hambre en 2030.

La situación es preocupante en Asia meridional (índice en 305) y en África subsahariana (29.4), donde los niveles de desnutrición de la población y la mortalidad infantil son inaceptables, según Cesvi.

En República Centroafricana la tasa de desnutrición asciende a 91.8 por ciento, mientras en Somalia es de 50.6 y en Zimbabue de 46.6.

En Somalia la tasa de mortalidad infantil antes de cinco años es de 13.3 por ciento, en Chad de 12.7 y en República Centroafricana de 12.4.

La acción combinada de la comunidad internacional, gobiernos y sociedad civil es necesaria para afrontar la crisis alimentaria. Pero responder de manera urgente no basta, hay que aumentar las inversiones y promover los programas de desarrollo a largo plazo, destacó la directora general de Cesvi, Daniela Bernacchi.