Varias trasnacionales les cobran cuota por dejarlos trabajar
Sábado 12 de enero de 2019, p. 7
La coyuntura actual en la distribución de gasolina, derivada de las acciones contra el robo del combustible, ponen en evidencia la necesidad de que los despachadores cuenten con un sueldo fijo, en lugar de depender de las propinas, consideró Salvador Arellano, líder del Sindicato de Trabajadores de Casas Comerciales, Oficinas y Expendios, Similares y Conexos de la Ciudad de México (Stracc).
En entrevista con La Jornada, el dirigente de expendedores de gasolina indicó que sólo 5 por ciento de los más de 12 mil trabajadores de estaciones de servicio están afiliados a un sindicato verdadero y no a uno de protección.
Narró que la lucha del Stracc, que lleva 20 años, ha sido ardua por la resistencia de los dueños de las estaciones de servicio a dejar que sus trabajadores se afilien a un sindicato. No obstante, aspira a ser un gremio nacional, pues hay interés de sumarse a la organización en otras entidades, como el estado de México.
Esperan que con el gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y los venideros cambios en la justicia laboral logren ser un gremio nacional y aumentar la afiliación.
El dirigente detalló que no sólo la mayor parte de los trabajadores gasolineros no cuentan con una percepción fija, sino que algunas empresas extranjeras les cobran una cuota por trabajar, que oscila entre 80 y 120 pesos al día.
Arellano aseguró que las filas en las gasolineras se deben a dos causas: a que los camiones de Pemex surten sólo 20 mil litros de gasolina al día en ciertas gasolineras (no en todas) de las alrededor de 400 que hay en la capital y al hecho de que ahora todos los clientes quieren llenar el tanque. Así, el combustible que antes duraba tres turnos, ahora sólo dura unas cuatro horas aproximadamente.
Hugo Arellano, despachador sindicalizado, expuso que los agremiados perciben el salario mínimo profesional, el cual aumentó tras el alza a las percepciones de diciembre. No obstante, resaltó que la mayor parte de sus entradas la consiguen con las propinas.
Algunos empleados no sindicalizados indicaron que con la actual situación algunos han optado por dedicarse a otras tareas, como limpiar parabrisas o vender dulces, porque al no contar con sueldo tienen menos entradas.
Otros dijeron que por la felicidad
de lograr surtirse de gasolina, algunos clientes son más espléndidos
y les dan más propinas, pero no es la regla.
Mercedes, con 18 años como expendedora, comentó que al ser parte del Stracc no se desespera, aunque desde el martes la gasolinera 2503 en la que trabaja no tiene combustibles. Cubre sus ocho horas de trabajo. Quienes laboran en esta estación se han dedicado a pintar y a mejorar el aspecto de la gasolinera, ubicada en División del Norte y Xicoténcatl.