El reto: eliminar el huachicoleo, con bajo costo, baja contaminación y sin desabasto
n estos días, todos hablamos del huachicol y, sobre todo, de los huachicoleros. ¿Pero de d´Onde salen estas palabras? En Wikipedia encontré que: “El huachicol o guachicol es una bebida alcohólica adulterada. Esta palabra del español mexicano también se usa para nombrar al combustible (gasolina o diésel) adulterado o robado. Las personas que se dedican a la actividad ilícita de robar y adulterar combustible y bebidas alcohólicas en México se conocen como huachicoleros”. De lo que hablamos todos en estos días es, sobre todo, del desabasto de gasolina y del pánico de los automovilistas y taxistas. (No he visto colas de camiones, pero debe haberlas). La decisión reciente de AMLO de cerrar los ductos que trasladan los combustibles a sus lugares de almacenamiento en todo el país ha sido criticada por muchos. Algunos han hecho símiles obvios como: sería igual que, para abatir el nivel de criminalidad en los transportes urbanos de pasajeros, se suspendiera su circulación
. Otro dijo: Es como si para quitarle el dolor de los pies a alguien, se los cortaran
. Miranda Zárate (El Correo Ilustrado, 10 de enero) propone, creativamente, eliminar la venta de combustible en efectivo y emitir tarjetas de prepago para quienes carecen de tarjetas de crédito, de manera que entre el SAT y Pemex se pudiera verificar la coherencia de compras y ventas de combustible en las gasolineras y se hiciera algo similar en las empresas transportistas, donde tendrían que controlarse, también, con un GPS, los kilómetros recorridos de cada vehículo para estimar el consumo de combustible. Con ello se eliminaría el grueso del mercado y no tendría sentido robarse algo que no se puede usar ni vender. Obviamente sería mucho mejor, a corto y largo plazo, el desarrollo de medidas de control de este tipo que la distribución a grandes distancias con pipas. Cuando AMLO fue electo jefe de Gobierno, eliminó el pago de predial, agua, etcétera, en la Tesorería del DF, que se trasladaron a bancos, y santo remedio: se acabó la gigantesca corrupción en la Tesorería, que consistía en entregar recibos falsos y embolsarse el importe recibido en efectivo. Al parecer AMLO hizo un símil entre lo que había hecho para eliminar la corrupción en la Tesorería (que no haya efectivo) y el huachicoleo (que no fluya combustible por los ductos). Excepto que la red bancaria ya existente contaba con una capacidad instalada suficiente para recibir los pagos y trasladar los montos a las cuentas bancarias de la Tesorería, no así la red de pipas.
Dado que la información es muy escasa, todos nos quedamos con dudas. Por ejemplo, si el sistema de monitoreo de Pemex detecta la baja de presión en los ductos (como nos informó AMLO), sabemos donde se está haciendo el huachicoleo y se podría rodear y apresar, por tierra y por aire, a quienes lo hacen. También se puede monitorear con drones y satélites a lo largo de los ductos para identificar el huachicoleo. Otra duda: el estado de Puebla, se nos informó durante 2018, era el que más actividad de huachicoleo registraba. Pero ahora no se reporta escasez de gasolina en dicho estado. ¿Por qué? Moreno Valle había sido señalado como protector del huachicoleo en Puebla. Si la caída del helicóptero donde él y su esposa fallecieron no hubiese sido accidental sino provocada, ¿podría ser por una disputa entre grupos para controlar el huachicoleo?
Algunas frases de AMLO transmiten la idea que piensa mantener la distribución por pipas durante mucho tiempo. Suponiendo que logren establecer una logística que cubra la demanda existente y sin colas de pipas (Rocío Nahle declaró que se cometieron errores al respecto), sería una solución muy costosa y contaminante (una vez vaciada la pipa se tiene que regresar vacía para volver a cargar). Si tiene que llevar el combustible de Tula a Saltillo y la distancia es de 800 kilómetros, la pipa recorrerá mil 600 kilómetros. Hay que añadir los tiempos muertos en las largas esperas que tienen para cargar (y descargar). La cifra total de gasolina que se abastece diariamente (según Sergio Sarmiento, que le dijo R. Nahle) es de 128 millones de litros. Para tal fin (si el promedio de las pipas carga 20 mil litros) sería necesario mover de ida (de donde cargan a donde descargan) 6 mil 400 pipas. Como son vehículos lentos (que circulan, digamos a 40 kilómetros por hora) tardarían 20 horas en llegar a Saltillo (y tienen que regresar vacías, y esperar a cargarse), podemos estimar que el número de pipas movilizadas tendría que ser el doble: 12 mil 800 y que, en cada una, en recorridos largos, vayan dos conductores. ¿Existirán tantas pipas adecuadas para transportar gasolina en el país y tantos conductores con experiencia para manejar pipas con materiales inflamables? Según el líder del CEE, Jalisco necesita 750 pipas diarias y sólo le están enviando entre 150 y 200 pipas.