Jueves 10 de enero de 2019, p. a12
Miguel Ortega, coordinador de tenis de las Academias Conade, proyecto que desaparecerá con la nueva administración de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, confió en que se dé continuidad al trabajo que se realiza con un grupo de jóvenes en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) y, sobre todo, recomienda la expansión del programa para el deporte blanco en otros puntos del país, acompañada de la necesaria capacitación de entrenadores.
Aún sin notificación oficial de la desaparición de las Academias que creó Alfredo Castillo, el programa de tenis fue autorizado a trabajar hasta junio bajo el esquema que inició en agosto de 2017 con 11 jóvenes, 13 en la actualidad, asistidos por entrenadores, metodólogos y nutriólogos. Once de los seleccionados del interior de la República están concentrados en el CNAR, donde viven y estudian secundaria, y dos capitalinos sólo asisten a la preparación deportiva.
Ortega afirmó que el programa ha marchado porque tiene una estructura, buenas instalaciones, alimentación y preparación, pero admitió que ha carecido de presupuesto para llevar a los jugadores a torneos en busca de puntos de clasificación internacional juvenil, incluso nacionales, además del fogueo fundamental.
“Los viajes son onerosos y no todos los padres, según la investigación económica que se hizo, tienen para pagar las giras, como recientemente a Yucatán y Campeche. Necesitamos que los chicos no tengan que jugar aquí en El Yaqui, porque no hubo dinero para viajar a Guatemala.
En un principio sí se nos apoyó, pero después ya no se pudo, y en este momento no estamos en posición de lo que buscamos como meta, que consideramos poder alcanzar con un presupuesto para viajes, y eso se lo vamos a pedir a las siguientes personas que estén (en la Conade), y también un poco más de apoyo en material didáctico, porque tenemos poco
, señaló.
Lamenta falta de ídolos
Asimismo, admitió el retroceso en el que por décadas ha caído el tenis mexicano, una debacle multifactorial que nace desde la práctica en los clubes. Indicó que en buena parte influye la falta de capacitación técnica, afectada por programas inconclusos, la creciente escasez de torneos, a lo que en muchos casos se suma la sobreprotección de los padres, que frenan la preparación de los tenistas.
Y lo más desolador: A los jóvenes les platico que llegué al tenis porque quería ser como Raúl Ramírez, que era el número cuatro del mundo, pero hoy no tenemos a ningún ejemplo a seguir ni a un 500 del mundo
, lamentó el entrenador.