José Luis Abarca Velázquez, ex alcalde de Iguala, interno en el penal de máxima seguridad de El Altiplano tras su captura en noviembre de 2014, es tratado por sus padecimientos de riñón, hígado y próstata.

Señalado por sus vínculos con la banda Guerreros Unidos, a la que se le relaciona con la desaparición con los 43 normalistas de Ayotzinapa, Abarca Velázquez sufre de cuadros diarreicos, dolor abdominal y de rodillas, cólicos, infecciones gastrointestinales y presenta un cuadro de trastorno ansioso depresivo.

Según consta en los amparos, el ex presidente municipal se ha quejado de que en el penal de El Altiplano no le brindan la atención médica ni el fármaco requerido para tratar sus ­padecimientos.

Las autoridades penitenciarias aseguran que el interno es atendido; no obstante, José Luis Abarca ha presentado recurso de inconformidad para que se le asista.

El 24 de julio de 2018 el ex presidente municipal, quien ha sido señalado por integrantes de Guerreros Unidos implicados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, como uno de los cerebros financieros de dicha organización, fue sacado del penal para trasladarlo a un centro médico para evaluar su salud; sin embargo, las autoridades penitenciarias no comprobaron si se realizaron las pruebas clínicas correspondientes y que haya sido valorado por un ­especialista.

▲ José Luis Abarca en imagen de mayo de 2014, cuando aún era alcalde de Iguala, poco antes del ataque a los 43 normalistas de Ayotzinapa.Foto Ap

Comunicación telefónica

De acuerdo con la averiguación previa PGR/SEIDO/UE­ID­MS/001/2015, Abarca siempre estuvo pendiente desde el primer momento de la llegada de los estudiantes normalistas a Iguala el 26 de septiembre de 2014 mediante telefonemas que tuvo con Francisco Salgado Valladares, ex subdirector de la policía municipal.

En las declaraciones de Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos, Abarca Velázquez pagaba a los directores de las policías y presidentes municipales de Taxco, Cocula, Buena Vista de Cuéllar y Tepecoacuilco, para que Guerreros Unidos pudiera operar; los enlaces entre los alcaldes eran Raúl Núñez Salgado, El Camperra, y Gildardo López Astudillo, El Gil, integrantes de dicha organización.