Busca cuarto cetro en otra división
Quiere que lo respeten, dice su entrenador, Robert García
Martes 8 de enero de 2019, p. a12
No es extraño que buenos boxeadores acepten peleas sin complicaciones. Rivales menos peligrosos para mantenerse activos. Abner Mares recibió esa oferta: un par de encuentros cómodos
mientras le conseguían un combate importante. Los rechazó sin titubeos. Le dijo a su entrenador, Robert García, que ya no estaba para acumular peleas con el fin de abultar su récord; la única opción aceptable para el púgil que nació en Guadalajara y se formó en Los Ángeles era un rival que representara riesgo, un reto genuino, uno que incluso con una derrota lo dejara satisfecho.
No quiso; ante todo puso su orgullo
, dice Robert García; piensa que ya no está para buscar ampliar su récord, sino para retos importantes y eligió ir por un cuarto título del mundo en distinta división ante el peligroso Gervonta Davis
.
Después del segundo fragoroso combate que perdió ante Leo Santa Cruz en junio de 2018, García le ofreció un par de peleas para mantenerse activo, pero que no representaran un desgaste extremo.
Discúlpeme, entrenador
, le respondió Mares; pero yo no puedo aceptar eso. Yo quiero algo importante, como un cuarto campeonato en otra división. Sólo tres mexicanos lo tienen y yo quiero sumarme
.
Sólo Érik Morales, Juan Manuel Márquez y Jorge Travieso Arce consiguieron coronarse en tres divisiones distintas. Mares apuntó hacia esa élite del boxeo mexicano. Subió a la categoría superpluma; antes fue campeón gallo, supergallo y pluma.
El monarca de la división en la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) es el estadunidense Gervonta Davis, que Mares enfrentará el 9 de febrero en Carson, California, y a quien García considera muy peligroso. Pero su pupilo sólo estaba dispuesto a asumir compromisos que nunca lo avergonzaran.
Hace un mes, Saúl Canelo Álvarez conquistó su tercer título en divisiones distintas. Lo hizo después de la victoria ante Gennady Golovkin, por la cual fue muy celebrado. Algo que no sucedió cuando ganó a principios de diciembre el cinturón de peso supermedio de la AMB ante el decepcionante británico Rocky Fielding.
“Admiro la carrera del Canelo y entiendo que quiso cerrar bien el año con ese título después de la gran pelea que dio con Golovkin”, dice García; pero la gente lo criticó porque no era un rival de su categoría
.
Mares nunca aceptaría un contrincante tan dudoso –asegura García–, porque el código ético con el que se conduce antepone el orgullo deportivo y la honestidad con el público. Nuca aceptaría una pelea que lo avergonzara.
Abner quiere que al caminar por la calle la gente lo reconozca ante todo por el orgullo que ha mostrado siempre y que lo respeten por eso
, comenta García; no sólo es la fama, sino la satisfacción de poder darle la cara a la gente
.
García está convencido de que el lugar que ha conquistado de manera genuina el Canelo le permite darse esas peleas, pero también piensa que lo obliga a que el siguiente compromiso sea ante un rival de renombre.
Estoy seguro de que enfrentará a alguno de los mejores en su división para mayo
, plantea García.
Sin embargo, el entrenador reconoce que un título que se gana ante un rival fácil no tiene el mismo valor simbólico ni genera el mismo respeto del público que el que se conquista en una contienda brava y con un adversario peligroso.