Jueves 3 de enero de 2019, p. 24
Mérida, Yuc., Durante 2018, 235 personas se suicidaron en Yucatán, lo que impone un récord, pues la cifra más alta era de 226 en 2016.
Del total reportado el año pasado, 83 por ciento de las víctimas fueron hombres y 17 por ciento, mujeres; 53 por ciento de los casos ocurrieron en Mérida y su zona metropolitana. El método más utilizado fue el ahorcamiento.
De acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, en el periodo 1994-2018 sólo en tres años se superaron 200 muertes autoinfligidas en la entidad: 2009, con 219 casos; 2010, con 209, y 2016, con 226.
En 2018 hubo un incremento de 3.1 por ciento en comparación con 2016 (226 casos) y de 18.5 por ciento respecto de 2017, cuando se reportaron 195.
Los últimos suicidios de 2018 se cometieron en los municipios de Tzucacab y Puerto Progreso: un hombre de 84 años y una mujer de 35, respectivamente.
De las 235 muertes autoinfligidas, 195 fueron hombres y 40, mujeres; de ese total seis eran menores de edad (dos mujeres y cuatro varones); 209 se ahorcaron, 22 se envenenaron y cuatro utilizaron otros medios, como dispararse con arma de fuego.
Mérida es el municipio con mayor incidencia con 100 suicidios; en segundo lugar se ubica Kanasín, con 18 casos; le siguen Umán, con 12; Tecoh y Ticul, con seis; Puerto Progreso, cinco; Celestún, Hunucmá y Valladolid, con cuatro; Baca, Cuzamá, Conkal y Yaxcabá con tres.
En Hunucmá, Opichén, Oxkutzcab y Yaxcabá se registraron tres casos en cada uno; en Opichén, dos, y 59 en otras localidades.
Los municipios de Mérida, Kanasín y Umán (los dos últimos, conurbados a la capital) concentran 56 por ciento de los casos en la zona metropolitana.
Según la Unidad de Salud Mental de la Secretaría de Salud Estatal, la depresión es el principal detonador para que las personas atenten contra su vida y las causas más comunes son problemas económicos, conflictos de pareja, enfermedades terminales y adicciones.
En julio pasado, los 25 diputados de la 61 Legislatura estatal aprobaron por unanimidad la Ley de Salud Mental, con la cual se pretendía reducir los índices de depresión, enfermedades siquiátricas y, principalmente, el suicidio, que en Yucatán se ha convertido en un problema de salud pública con un caso cada 33 horas, en promedio.
En ese entonces los diputados explicaron que entre 2016 y 2017 el número de consultas por depresión en Yucatán se incrementó 50 por ciento. Refirieron que hasta julio se habían documentado 146 suicidios; mientras la tasa en el país es de 4.5 casos por cada 100 mil habitantes, en Yucatán es de 10.5.
En julio de 2018 Yucatán se sumó a Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Sonora, Querétaro, Baja California, Sinaloa y Nuevo León, que también aprobaron leyes de salud mental.
En Yucatán dicha norma consta de 100 artículos divididos en 11 capítulos y seis disposiciones transitorias. Entre las principales destacan el respeto irrestricto a los derechos humanos de personas que padecen trastornos mentales, la obligación del gobierno estatal de garantizarles a ellos y a sus familias, si carecen de recursos económicos, alimentación, vestido, alojamiento y trato digno.
La ley prevé la creación de un consejo interinstitucional y de un instituto de salud mental para atender las zonas más apartadas de Yucatán. Además, se deberá destinar a este rubro 7 por ciento del presupuesto del sector (actualmente es sólo uno por ciento).