▲ Socorristas rescataron ayer con vida a un bebé de entre los escombros del edificio destruido por una explosión de gas que dejó al menos nueve muertos en Magnitogorsk (centro-sur de Rusia) y decenas de desaparecidos. El recién nacido sobrevivió a temperaturas de -27 grados centígrados por la noche, pero su estado de salud es muy grave. El Ministerio del Interior añadió que la madre del niño está viva y ya se reunió con su pequeño. La explosión, ocurrida el lunes, destruyó por completo 35 departamentos y dañó otros 10. Los residentes se quedaron sin techo y fueron enviados a un albergue improvisado en una escuela vecina.Foto Afp/Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia