Con grandes espectáculos y conciertos, la productora Ocesa cerró 2018. Aseguró que México se ha colocado como uno de los destinos número uno en materia musical, cuya industria tiene gran posibilidad de expandirse.

Destacó: “Este año fue uno de los mejores para el país en el ámbito musical y de entretenimiento. Grandes conciertos y shows especiales hicieron de 2018 uno de los mejores años en la historia de Ocesa. Asimismo, los festivales EDC México, Vive Latino y Hell & Heaven se ubicaron en el top 20 de los mejores espectáculos de ese tipo del mundo –según la revista Pollstar–”.

Este año, agregó, el público mexicano constató que es de los más fieles y apasionados, pues asistieron 4 millones 723 mil 715 personas a más de 300 actividades entre conciertos, obras de teatro y espectáculos familiares. Además, el Foro Sol estuvo entre los recintos con mayor auditorio con más de 800 mil asistentes.

La productora comenzó con su programación del año con Timbiriche, en el Auditorio Nacional, donde tuvo diversas presentaciones. Siguieron Los Ángeles Azules y Morat.

Los artistas de origen anglo que destacaron fueron The National, Bon Iver y Bruno Mars. Los primeros dos deleitaron a sus fans en el Pepsi Center WTC, y el intérprete de Uptown Funk conquistó a sus seguidores con una mezcla de pop y música dance en el Estadio Universitario de Monterrey y en el Foro Sol.

En febrero comenzó lo que ahora se considera una hazaña de Luis Miguel, quien tuvo varias presentaciones en el coloso de Reforma, unas para satisfacción de sus incondicionales y otras que causaron polémica.

La Curva 4 del inmueble de la delegación Iztacalco albergó la quinta edición del festival Electric Daisy Carnival (EDC). Toda la energía de la música electrónica reunida en un solo lugar creó una fiesta sin precedente.

Tras 23 años de ausencia, el músico y baterista británico Phil Collins deleitó a sus seguidores con canciones de su etapa de solista, así como de la era gloriosa que vivió con Genesis, en Palacio de los Deportes.

Actuaciones memorables

No se olvida el trío británico Depeche Mode, integrado por Dave Gahan, Martin Gore y Andrew Fletcher, el cual ofreció uno de los mejores conciertos en el Foro Sol como parte de su Global Spirit Tour después de nueve años de no pisar territorio nacional.

El Festival Vive Latino, el mayor concierto de rock en español, realizó su 19 edición en el Foro Sol, donde reunió en dos días a más de cien agrupaciones.

Otra de las presentaciones memorables en ese lugar se vivió con los estadunidenses The Killers, que convocaron a 65 mil fanáticos.

Por su parte, el público metalero realizó el mosh pit con gran energía en el Festival Hell & Heaven, con bandas como Judas Priest, Megadeth, Scorpions, Deep Purple, Ozzy Osbourne, Mastodon, Saxon, Marilyn Manson y Gojira, que elevaron los decibeles en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Más conciertos y ritmos llegaron después de junio. Para comenzar, Harry Styles enloqueció a sus seguidoras en el domo de cobre. En tanto, Caifanes y Zoé actuaron, por separado, en el Auditorio Telmex de Guadalajara y después en el Auditorio Nacional y en el Palacio de los Deportes.

El inmueble de Iztacalco recibió durante casi seis horas a Álex Lora y El Tri. El roquero festejó 50 años de trayectoria con innumerables invitados ante más de 16 mil seguidores eufóricos.

El británico Sam Smith, la banda Interpol y Nick Cave & The Bad Seeds, Gorillaz, The Weeknd, Pixies, Morrissey y The Rasmus hicieron de cada uno de sus conciertos una experiencia única e irrepetible.

Los festivales se adueñaron del país durante este trimestre; sin embargo, el que cumplió con las expectativas fue el Corona Capital, en el que participaron los mejores exponentes de la música independiente, el pop y el rock, como The Chemical Brothers, Lorde, Imagine Dragons y Robbie Williams, así como Nine Inch Nails y su vocalista Trent Reznor, que además causaron furor un día después en El Plaza Condesa.

Finalmente, Roger Waters y su Us + Them transformaron el Palacio de los Deportes en un recinto de sicodelia, rock y protesta cobijado por una impresionante producción multimedia y sonidos hipnotizantes que gozaron los fervorosos adeptos del legendario músico británico.