En entrevista, Eduardo Peñalosa refiere que la casa de estudios enfrenta un añejo rezago presupuestal
Sábado 29 de diciembre de 2018, p. 27
A 45 años de su creación –que se conmemorarán en 2019–, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) enfrenta hoy enormes retos, entre los cuales está la inaplazable ampliación de la cobertura y calidad educativa; la renovación y estímulos de su planta docente y laboral, y el mejoramiento de su infraestructura y equipamiento. Todo ello, en medio del agobio que representa un añejo rezago presupuestal que le han dejado, al menos, los pasados tres gobiernos federales.
Para el rector general de la UAM, Eduardo Peñalosa Castro, la situación que actualmente enfrenta esta casa de estudio es sumamente complicada
, sobre todo por las carencias presupuestales, pese a ellas se ha mantenido como una universidad innovadora desde su creación. Esta ha sido siempre la característica principal de la UAM
, dijo en entrevista.
Con una matrícula de poco más de 50 mil estudiantes de licenciatura y posgrado; mil 127 profesores-investigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores (SIN), así como 2 mil 800 profesores que se dedican a la docencia de tiempo completo y 82 programas de estudio en todas las áreas del conocimiento, la UAM ocupa actualmente el cuarto lugar entre las mejores universidades mexicanas, según QS World University Rankings, edición 2019, que reconoce la oferta educativa de vanguardia y la calidad de la planta académica.
Peñalosa Castro hace un breve recuento desde julio de 2017, cuando llegó a la rectoría general de la UAM, procedente de la rectoría de la unidad Cuajimalpa. Junto con los avances de su plan de trabajo de seis puntos, también repasa los retos que enfrenta la institución. Enumera también el alto índice de deserción escolar –que en algunas unidades casi alcanza 30 por ciento; inhabilitación total y parcial de varios edificios de la unidad Iztapalapa, dañados por el sismo de 2017, por lo que su operación está detenida en cuando menos 30 por ciento, y la falta de recursos para equipar y mejorar la infraestructura así como para avanzar en diversos proyectos y espacios de difusión cultural.
Expresa preocupación por el tema de algunas designaciones; primero por el retraso y conflictiva elección del rector de la unidad Azcapotzalco, pero cuyo proceso avanza con la inscripción de seis aspirantes, y segundo, por el titular de la Defensoría de Derechos Universitarios. En este punto, ante la falta de interesados, ya trabaja una comisión especial en la revisión y flexibilización
de los requisitos. Esperan resolver ambos casos en los primeros meses de 2019.
Durante la entrevista, el rector muestra su extrañeza y hasta su contrariedad de que la UAM no ha recibido en las pasadas administraciones el apoyo que debería. No hemos incurrido en ninguna irregularidad, como lo pudieran haber hecho otras instituciones. Hemos desarrollado nuestro trabajo de manera muy honesta y muy profesional, y aun así no tenemos la respuesta que esperamos. Eso ha sido un factor que nos ha impedido crecer
.
Añade que la UAM tiene un prestigio ganado no sólo en el ámbito nacional, sino cada vez más en el extranjero. No obstante, como autocrítica, reconoce que como institución no ha tenido la habilidad para insertarse en los proyectos de los gobiernos federal y de Ciudad de México, a pesar de que en varios temas, como la movilidad humana, el agua, y el urbanismo, la UAM tiene algunas de sus muchas y principales fortalezas.
Señala que a 17 meses de su toma de posesión en la rectoría general, se ha avanzado en el trabajo hacia el exterior de la UAM, también en reformas a su reglamentación, en más y mejor vinculación con la comunidad, además de sus actividades sustantivas de docencia, investigación y preservación y difusión de la cultura, que son los seis ejes de su plan de trabajo 2017-2021.
Del 45 aniversario, el rector Eduardo Peñalosa precisa que aunque la ley orgánica se publicó oficialmente el 17 de diciembre de 1973, las tres unidades académicas fundadoras de Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco –luego vendrían Cuajimalpa y Lerma– empezaron a funcionar en el transcurso de 1974. Por ello, la celebración, que durará todo el año, será en 2019, con una serie de actos académicos y culturales que se afinan todavía.