Siete menores de edad murieron la madrugada de ayer después de que su vivienda –construida con madera y láminas de cartón– fue consumida en su totalidad por el fuego, que según las primeras indagatorias se originó por una fogata que dejaron para enfrentar el frío.

En esa casa –localizada sobre la avenida Las Torres, casi esquina San Miguel, en la colonia Buenavista, Iztapalapa– habitaban al menos 12 personas: los siete menores –cuyas edades iba de dos a 14 años– y cinco adultos.

La desgracia ocurrió cerca de las 4:45 de la madrugada y causó indignación entre los vecinos, quienes al enterarse del fallecimiento de los menores se colocaron afuera del domicilio y en cuanto vieron que llegaron los padres y la abuela de las víctimas les dijeron todo tipo de groserías.

De acuerdo con los primeros testimonios recabados por la policía capitalina y agentes de la Procuraduría General de Justicia local, al momento del incendio los niños estaban solos, pues los adultos pertenecientes a tres familias distintas habían salido desde temprana hora.

Los reclamos de la gente hacia los padres –que se dedican a la pepena y a la venta de chácharas– fueron muchos y los señalaban de ser drogadictos, borrachos y de haber descuidado a los niños. Las mamás eran un par de viejas desobligadas, eso eran... dejaban a los niños solitos, malditas, vociferaba una mujer frente al personal de la alcaldía y de los policías, en tanto que otra increpaba a una de las madres: Pinches viejas, ojalá las encierren, para qué quieren hijos.

Otra más indignada daba su testimonio: Al niño chiquito (de dos años) lo amarraban de su piesito a la cama y ahí lo dejaban; le daban pulque, activo o le daban mezcla con refresco para dormirlo, porque los papás se drogaban ahí y metían a la gente para que tuvieran relaciones con las muchachas.

Dos de los fallecidos tenían dos años, otras tres niñas eran de cuatro, seis y nueve, uno más de 13 años y otra jovencita contaban con 14 años.

Varios vecinos coincidieron que desde hace un año ya habían pedido al DIF capitalino que acudieran a rescatarlos, pero nunca hicieron caso y ahí están los resultados.

Al respecto, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que se investigará si había violencia familiar y comentó que pudo haber sido la fogata la que originó el incendio, el cual, a pesar de haber sido apagado rápido por los bomberos, consumió a la brevedad toda la casa, pues había mucho material inflamable.

La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, acudió al lugar y ofreció el apoyo de las autoridades para el funeral de los menores.

La Procuraduría capitalina abrió una carpeta de investigación para determinar las causas del incendio y determinará si hubo responsabilidad de los padres o abuela de los menores, a quienes ayer mismo se les tomó declaración.