Jueves 27 de diciembre de 2018, p. 4
Fráncfort. El Museo Städel de Fráncfort vacía sus flamantes salas subterráneas para montar una extraordinaria exposición dedicada al maestro holandés Vincent van Gogh (1853-1890), que abrirá sus puertas el próximo otoño, informan los organizadores.
Aunque faltan unos 10 meses para la inauguración de la muestra, que según el museo será ‘‘la mayor y más elaborada presentación en la historia del Städel’’, los preparativos están en marcha desde hace años.
Making van Gogh: la historia de un amor alemán podrá ser visitada del 23 de octubre de 2019 al 16 de febrero de 2020.
Las entradas ya pueden ser adquiridas en Internet. Detrás de la escena, curadores y arquitectos de interiores planean el diseño de la exposición, expertos redactan los textos del catálogo, diagraman carteles y preparan el programa complementario de la muestra, reveló una portavoz del Städel.
La exhibición se basa en una iniciativa del ex director del Städel Max Hollein, quien abandonó Fráncfort rumbo a Estados Unidos a mediados de 2016. Cuando su sucesor Pilipp Demant se hizo cargo de la dirección del Städel, las grandes exposiciones para los próximos años ya estaban en la fase de planeación. ‘‘Mientras más conocidos son los nombres, más tiempo requieren los preparativos’’, sostuvo Demant poco después de asumir el puesto. En el caso de Van Gogh fueron cinco años.
Una de las razones son las obras que deben ser solicitadas en calidad de préstamo, explicó Katja Hilbig, directora del servicio de exposiciones. A veces los museos se niegan a prescindir de una pintura o bien esa obra no está en condiciones de ser transportada. En ciertos casos, la pieza fue prometida a otra institución o necesita ser restaurada. Por eso es necesario negociar durante largo tiempo.
Medio centenar de obras
Las 50 obras de Van Gogh que presentará el Städel provienen de todo el mundo, por ejemplo de Ámsterdam, Chicago, Boston, Nueva York, Washington, Praga y Múnich.
La exposición reúne además pinturas de otros artistas, entre ellos Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff y Max Beckmann, pues no se trata simplemente de una muestra de trabajos: el Museo Städel quiere poner en la mira al maestro holandés ‘‘en el contexto de su recepción’’ en Alemania.
El país jugó un papel decisivo en la historia del éxito de Van Gogh, destacan los curadores. ‘‘Antes que en otros países, el artista fue percibido aquí como uno de los precursores más importantes de la pintura moderna gracias al compro-miso de galeristas, críticos y directores de museos’’, añaden.
Sin la historia de la percepción de la obra de Vincent van Gogh en Alemania, el desarrollo de su popularidad aún vigente ‘‘habría sido casi impensable’’, destaca por su parte Demandt, el actual director del Museo Städel.