La cancillería pedirá mayor información al gobierno de Estados Unidos sobre la medida para enviar a México a quienes soliciten refugio en el país vecino, indicó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien reiteró que México no ha aceptado ser un tercer país seguro para recibir a los migrantes de todas las nacionalidades.

La postura de la SRE responde a la decisión unilateral de las autoridades de Washington de devolver a México a los solicitantes de asilo para que permanezcan en el país durante el periodo de su trámite.

El lunes pasado –durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador– el funcionario federal presentó a Roberto Valdovinos como titular del Instituto de los Mexicanos en el Exterior. Desde ese cargo, encabezará la defensa de los connacionales que viven en Estados Unidos y otras naciones.

Valdovinos es egresado de la Universidad de Columbia y ha impulsado campañas como Migrante Vota, además de ser activista de los derechos de los migrantes. En 2017 fue uno de los organizadores de uno de los actos en los que participó el hoy presidente López Obrador en Estados Unidos.

Junto a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, Ebrard se refirió a la postura de las autoridades locales ante el anuncio del gobierno estadunidense de que se enviará a México a quienes soliciten refugio o asilo. El canciller reiteró que “el gobierno de México tomará las medidas pertinentes en el ejercicio pleno de nuestra soberanía y solicitará –a la brevedad posible– a las autoridades estadunidenses mayor información sobre su propuesta de retorno de personas con un citatorio para comparecer en una corte de los EU de una manera ordenada y segura”.

Aunque recordó que la postura del gobierno federal será de respeto y protección de los migrantes, insistió que eso no significa que se haya aceptado en ninguna condición, el estatus de tercer país seguro para que todos los migrantes, de cualquier nacionalidad, sean enviados a México para hacer sus trámites de refugio al país vecino.

Ello representaría un carácter vinculante plasmado en un acuerdo bilateral, lo cual, dijo, no ha sido aceptado por México, y aclaró que las solicitudes de asilo a EU deberán seguir realizándose en ese país.

Por su parte, Sánchez Cordero agregó que el cambio en la política de migración del gobierno federal busca generar un registro de todas las personas que ingresan al país para evitar vejaciones a los migrantes, pero su ingreso deberá ser ordenado y regulado, además de que quienes ingresen tendrán que respetar siempre las leyes mexicanas.